La relación entre Tampico y el beisbol profesional tuvo historias de gloria como de ausencia. Así como alcanzó el título en la Liga Mexicana veraniega (LMB), sus pasajes son pocos con apenas tres intentos de franquicias en el siglo pasado, a pesar de la gran afición en la zona sur de Tamaulipas y municipios aledaños por el llamado rey de los deportes.
Todo comenzó en 1937. En el firmamento del circuito nacional aparecieron por primera ocasión los Alijadores, emblema del grupo de cooperativistas del puerto y cuyo paso en la primera etapa no solo fue de mera participación, pues tras varios años con grandes jugadores y equipos sólidos, lograron tener éxito.
Esas hazañas se dieron en la temporada de 1945. Con una liga corta, ante escuadras como los Diablos Rojos del México, Industriales del Monterrey, Pericos de Puebla, la Junta de Nuevo Laredo y los Azules de Veracruz, se llevaron el primer gallardete al cerrar con un récord de 58 ganados y 36 derrotas.
Bajo ese mismo formato, un año más tarde se consolidaron como el bicampeón en un emocionante cierre de temporada regular con los escarlatas capitalinos. Fue en la última semana cuando los tamaulipecos lograron el partido de diferencia, al concluir en 56 triunfos y 41 descalabros, encima del récord de 55-42 del México. Su última campaña fue en 1948.
Una de sus grandes figuras fue Santos Amaro, el primero pelotero cubano en el país, colaborador en la ofensiva porteña quién alcanzó en sus 17 temporadas un promedio de .300 de porcentaje de bateo y fue inducido al Salón de la Fama del béisbol nacional.
Pasaron 23 años
Una segunda etapa de la pelota caliente nacional protagonizó Tampico a principios de la década de los Setenta. Primero bajo el nombre de los Estibadores, la novena formó parte de una ampliación de la LMB hasta de 12 conjuntos en 1971, pero dos años más tarde la directiva apostó por la nostalgia y le regresó el mote de los Alijadores.
Con intentos en los playoffs muy cercanos a la Serie Final, eliminados por su “coco” los Saraperos de Saltillo, en 1975 acabaron como líderes de su división por tercer año en final. En la primera ronda eliminaron a los Algodoneros de Unión Laguna en 6 juegos. En la final de zona superan a Sultanes de Monterrey en 7 juegos y se coronaron campeones por tercera ocasión en su historia ante los Cafeteros de Córdoba en 5 juegos. Se fueron a Toluca en 1979.
Su gran referente y convertido después en una de las leyendas del deporte profesional de nuestro país fue Héctor Espino, conocido como “El Superman”. A su paso estuvo por encima de los .300 de porcentaje de bateo y respondió a la hora buena principalmente en la mítica serie final frente a los veracruzanos.
Un paso efímero
El último intento se dio con los Astros de Tamaulipas en un plazo más corto, cinco años, La franquicia proveniente de Monclova dio pelea en el primer año, en 1983, al clasificarse a la postemporada. Durante 1985 finalizaron en cuarto lugar de la zona norte, sin embargo, los Rieleros de Aguascalientes los barrieron.
Fue el último año del beisbol en esta ciudad. Pese a quedarse el Parque Ángel Castro Pacheco, los directivos decidieron trasladarlo a San Luis y fundar a los Tuneros.