Beisbolista castigado por negarse a jugar por coronavirus rompe el silencio: lo hice por mi familia

El domingo se hizo viral la noticia que el beisbolista Robín Zeledón fue suspendido por negarse a jugar dentro de la Liga de beisbol de Nicaragua debido a la pandemia del coronavirus

Beisbolista es suspendido un año por negarse a jugar por temor a coronavirus (Especial)
Eduardo Espinosa
Ciudad de México /

A sus 21 años, Robín Zeledón tuvo que tomar una de las decisiones más complicadas en su corta carrera como beisbolista: negarse a jugar con su equipo Brumas en la Primera División de Beisbol de Nicaragua por el temor de contagiarse del virus del Covid-19, aunque esta decisión le provocara una suspensión de un año… algo que finalmente sucedió.

El domingo, el caso de Zeledón se viralizó. Y ahora, en entrevista con MILENIO-La Afición, el tercera base explica cómo se dieron los hechos: “El miércoles me presenté en el estadio y verbalmente pedí mi baja al cuerpo técnico del equipo por la situación que estamos viviendo por esta pandemia y para mí es más importante la salud de mi familia y la mía; ellos se pusieron renuentes y me dijeron que me iban a castigar”.

Y ambos cumplieron su palabra, Robín no se presentó a jugar y el Brumas lo reportó por “abandono”, razón por la que se le aplicó el Reglamento de Ética y Disciplina. “A mí me castigan por tomar esa decisión de no seguir por lo que se vive con el coronavirus; me reportaron como abandono, pero en ningún momento abandoné al equipo porque yo personalmente pedí mi baja”.

En estos momentos Nicaragua apenas tiene cuatro casos confirmados y una defunción del llamado coronavirus, lo cierto es que la pandemia que se está viviendo en todo el mundo indica que estas cifras pueden dispararse en los próximos días o semanas; sin embargo, el gobierno local ha decidido mantener las actividades públicas, incluyendo las deportivas.

Robín, quien era el mejor bateador de su equipo, no se aventura a calificar si las acciones del gobierno son las indicadas o no, cree que quizá cada uno debe decidir lo mejor para los suyos.

“Todos sabemos que está pasando con la enfermedad, cada quien tiene sus propias decisiones de seguir en los deportes o no seguir por nuestra propia salud y la de nuestras familias”.

Eso sí, considera que es injusta su suspensión y está convencido que hizo lo correcto por lo que no duda hacer lo mismo: “Yo solo busqué primero mi salud y la de los míos. Dios quiere que esta enfermedad pase rápido, pero en mi opinión, si volviera a pasar algo similar, tomaría la misma decisión porque primero está la salud de mi familia y la mía”.


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