El sábado, los Astros se proclamaron campeones de la Serie Mundial. En seis juegos, los dirigidos por Dusty Baker consiguieron su segundo trofeo del comisionado —el primero desde 2017— y después de dos apariciones infructíferas ante los Nacionales de Washington (2019) y los Bravos de Atlanta (2021).
En Houston no se consideran una dinastía, pero los números y datos dicen lo contrario: dos títulos en seis años, en los que siempre llegaron, por lo menos, a la Serie por el Campeonato de la Liga Americana, además de un promedio de 98.4 victorias cada 162 juegos desde el título de 2017, superados únicamente por los Dodgers de Los Ángeles (105.8), con la diferencia de que los angelinos solo tienen una Serie Mundial ganada en ese periodo.
.No creo que nos veamos así (como dinastía)”, dijo José Altuve, de las principales figuras de aquel polémico título conseguido en 2017, en el que se acusó al equipo años después por el robo de señas a través de una cámara de video.
Las miradas siguen sobre Houston, permanecen como el equipo más odiado en las Grandes Ligas, pero a ellos no les afectó en su camino al título. “Realmente no nos importa lo que piensen los aficionados. Dondequiera que vamos, nos abuchean. Es Houston contra todos ustedes”, fue lo que dijo el cerrador Ryan Pressly después del Juego 5 en Filadelfia.
El relevo generacional
Ya no está Carlos Correa, Justin Verlander es veterano y José Altuve tuvo una postemporada irregular, pero otras figuras alzaron la mano como héroes de Houston. El campocorto Jeremy Peña fue nombrado el MVP de la Serie Mundial, el primer novato en ser galardonado desde 1997, cuando lo consiguió Liván Hernández por los Marlins de Miami.
El dominicano, quien reemplazó a Carlos Correa tras su partida a los Mellizos de Minnesota, bateó para .400, anotó cinco carreras, impulsó tres, tuvo 10 imparables, dos dobles y un cuadrangular en el clásico de otoño, con lo que se valió los méritos para ser el Más Valioso, distinción que también tuvo en el Juego de Campeonato de la Liga Americana, además del Guante de Oro.
Del lado de la lomita, Framber Valdez demostró su importancia en la rotación de los Astros. El dominicano fue otro serio candidato al MVP de la Serie Mundial, con 18 ponches, 1.46 de efectividad, dos carreras limpias permitidas y cinco pasaportes en 12.1 entradas distribuidas en dos aperturas, ambas victorias.
Además, al abanicar a Kyle Schwarber, Rhys Hoskins, J.T. Realmuto, Bryce Harper y Nick Castellanos en el Juego 6, se unió al histórico miembro del Salón de la Fama Sandy Koufax como los únicos zurdos en ponchar a cinco bateadores consecutivos de una Serie Mundial, cuando el abridor de los Dodgers de Los Ángeles lo hizo en el Juego 1 de la edición de 1963 ante los Yanquis de Nueva York.
Yordan Álvarez también tuvo su momento de brillar con el cuadrangular que despertó a la ofensiva de Houston el sábado. Desde su debut en 2019, el bateador designado se ha convertido en uno de los más respetados en ambos circuitos. Con peloteros así, los Astros tienen muchas razones para tener esperanza en el futuro.