En San Diego se frotan las manos, al firmar a un talento mexicano que se proyecta para ser uno de los más talentosos en los próximos años. El 21 de febrero, el lanzador Humberto Cruz firmó un contrato con los Padres para formar parte de su organización e iniciar el sueño ligamayorista, uno en el que tendrá que jugar entre cinco y siete años en ligas menores para desarrollarse y, si se cumple con el debido proceso, podría ser una estrella en Major League Baseball.
“Estoy muy feliz porque llegó este momento, que he soñado desde chiquito. Es toda una ilusión”, reconoció el joven de 17 años, en entrevista con MILENIO-La Afición. “Siempre ha sido mi meta el llegar a las Grandes Ligas. La verdad es que va a ser un proceso largo, pero daré todo mi esfuerzo para llegar lo más alto posible”.
Originario de Monterrey, Humberto todavía se muestra tímido frente a los micrófonos. Pero cuando se trata del beisbol, siente más comodidad. Confía en la fortaleza de su brazo, una de las características que enamoraron a los cazatalentos de San Diego, quienes esperan que aprenda lo suficiente en las sucursales del equipo en República Dominicana, Arizona, California y San Antonio para de ahí llevarlo a su roster principal.
“Me siento muy cómodo con mi recta, confío mucho en ella. También en mi cambio, en general he trabajado mucho para confiar en todos mis pitcheos y llegar a las Grandes Ligas”, explicó el pitcher, que alcanza las 95 millas por hora.
Diamante en bruto
En 2023, Cruz hizo historia como el pitcher más joven en la historia de los Diablos Rojos del México, cuando abrió ante Mariachis de Guadalajara y de ahí demostró su valía. Se comportó a la altura y mostró madurez, pese a que todavía no alcanza ni la mayoría de edad.
“Nunca había visto antes a un joven de 17 años con lanzamientos que tengan esa calidad de MLB. Lo que está haciendo este pitcher derecho es muy especial”, admitió Chris Kemp, vicepresidente de Scouteo Internacional Amateur de los Padres, durante la firma del prospecto en el estadio Alfredo Harp Helú. “Humberto ha sido un jugador muy especial al que hemos seguido los últimos tres años”.
Cuando Kemp lo conoció, encontró a un lanzador con un brazo fuerte y que todavía tiene un techo por alcanzar. Se acordó de Andrés Muñoz, quien hoy es un relevista sólido con Seattle Mariners y fue una pieza importante para que ese equipo regresara a los playoffs en 2022, tras una ausencia de 21 años. Si bien no sería justo darle la etiqueta del “próximo Fernando Valenzuela” para no echarle un peso injusto en sus hombros, sí tiene el talento para ser un beisbolista generacional.
“La primera vez que vi a Humberto, a mi mente vino la imagen de Andrés Muñoz, quien hoy está en las Grandes Ligas y a quien firmamos en 2015, pero con Humberto creo que tiene la proyección para ser uno de los mejores lanzadores en la historia de México”, añadió.
El proceso tomó su tiempo. La directiva de Diablos fue paciente, pero se logró que Cruz tuviera contrato con el equipo y así apoyar a un pelotero que ya había hecho ruido en sus pocas apariciones en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Lo bueno siempre viene al final”, así fue como lo resumió Jorge del Valle, vicepresidente deportivo del México. “Queríamos un espacio para Humberto. Lo platicamos desde el inicio con San Diego y A.J. Preller (presidente de operaciones de Padres) estuvo hablando con Santiago (Harp, vicepresidente del Consejo De Administración de Diablos Rojos). Siempre estuvieron en comunicación con la familia, con Humberto, y con esto cerramos con broche de oro el periodo de firmas internacionales”.
Con la mente en el juego
Con un bono por 750 mil dólares, Cruz ya está listo para que inicie su aventura en MLB. Como parte de uno de los equipos más populares en nuestro país, será cuestión de tiempo para que Humberto sea una estrella en la Gran Carpa. Como todo joven con aspiraciones, estaría encantado de subir al roster principal del equipo que le dio la oportunidad, sin cerrarse por completo a cualquier otra franquicia que se interese en sus servicios. Y si puede cargar el trofeo del comisionado en el proceso, será mejor para él.
“Es un sueño, ¿Qué mejor que debutar en las Grandes Ligas e incluso el ganar la primera Serie Mundial de los Padres? Ese sería un gran objetivo”, reconoció el joven, emocionado con el simple hecho de que es algo que puede lograr. “Cuando me dijeron que iba a firmar, no me la creía. Hasta que me cayó el 20 de que firmé con Padres… ¡En las Grandes Ligas!”
Mi proceso será largo, pero voy a trabajar y mantenerme ahí para poderlo lograr.
AVV