“Anticipo completamente que el beisbol volverá esta temporada”, le dijo Rob Manfred a Jeff Passan hace unos días. Las palabras del comisionado de las Grandes Ligas son esperanzadoras, pero no son fáciles de creer.
MLB ha agregado una opción más al par de proyectos más viables con los que cuenta. Uno es jugar completamente en Arizona, otro es dividir el número de equipos y que éstos se distribuyan entre Arizona y Florida y el último es sumar a Texas para que la repartición sea en tres estadios diferentes.
Todos los parques en los que se jugaría, el Chase Field de los D'backs, el Marlins Park de los Marlins y el flamante y aún no inaugurado Globe Life Field de los Rangers cuentan con techos retráctiles que permitirían la celebración de partidos aunque el clima no ayudara. Sin embargo, los problemas de logística son muchos y de difícil solución.
El principal es que, por medidas de seguridad, los peloteros tendrían que ser encuartelados, vivir en hoteles y pasar al menos cuatro o cinco meses sin ver a sus familias. Por ello, y ante el rechazo a esta opción de la mayoría de los jugadores, se estudia la opción de que sus familias puedan acompañarlos, pero ésta es muy complicada y por ello no ha procedido como algo tangente.
Como sea, es esencial que para que esto sucediera los equipos deberán estar en cuarentena y siendo evaluados regularmente antes de jugar en los estadios vacíos. El público sólo podría verlos por televisión.
Y ahí aparece el otro gran problema, pues al no contar con ingresos por la venta de entradas, MLB y la Asociación de Peloteros tendrían que llegar a algún tipo de acuerdo sobre compensación. Y esto no se ha dado, así que no se ve luz al final del túnel, por lo que por ahora hay que tomar con más reserva el optimismo del comisionado.
Otro golpe del covid-19
Además de la dificultad para comenzar la temporada de 2020, MLB dijo que su plan de reducir las Ligas Menores de 160 a 120 equipos afiliados, el cual anunció como un proyecto en 2019, se adelantará para entrar en función tal vez desde este año, para así poder reducir el número de peloteros, acortar los viajes y mejorar la cohesión geográfica de las ligas, reportó Baseball America.
Las negociaciones están abiertas, pero se espera que MiLB y MLB acuerden las desaparición de 42 equipos (un par de ellos serían sustituidos), con lo que cada equipo de MLB tendrá cuatro afiliados de temporada completa, más un equipo de categoría Rookie en su complejo de entrenamiento de primavera.
Las dos partes estarían trabajando para garantizar que, si no todos, al menos la mayoría de esos 42 mercados mantengan de algún modo beisbol con vínculos con la Gran Carpa.
La pandemia por covid-19 ha resultado muy costosa para los deportes, y está medida confirma que el beisbol es una de las disciplinas más golpeadas, pues en lugar de suspender su actividad, simplemente no ha podido comenzarla.