La selección mexicana de beisbol ilusionó a todos de principio a fin. Comenzaron el Clásico Mundial de Beisbol con una derrota, pero después aparecieron tres victorias contra Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá.
Estos resultados llevaron a la novena tricolor a enfrentar a Puerto Rico, un duelo que comenzó de la peor manera para ellos pues después de la primera entrada ya iban perdiendo 4-0. Sin embargo, el combinado nacional se sacudió esos primeros batacazos para darle la vuelta al juego y ganarlo 5-4, de esta manera lograr su pase a las semifinales.
El siguiente rival a vencer era Japón. La novena nipona estaba considerada como una de las favoritas a levantar el trofeo y así fue, pero antes de conseguirlo tuvieron que batallar contra los mexicanos, quienes demostraron que su camino a la final no sería sencillo.
Fue un duelo emocionante, vibrante e incluso lleno de mucho estrés y nerviosismo por lo que sucedía en algunas entradas. Apenas terminaba el torneo, cuando el sitio web de la MLB sacó su top 10 de los mejores juegos en la historia del Clásico Mundial.
El primer lugar le pertenece al duelazo que nos brindaron estas dos novenas. Las Grandes Ligas dieron a conocer que el motivo por el cual fue elegido como el número uno, fue por todo lo que se vivió a lo largo de las nueve entradas que se disputaron en el partido.
Patrick Sandoval fue el abridor por parte de México; mientras que Roki Sasaki abrió el juego para los japoneses.
Era un duelo de pitcheo espectacular, ambos pitchers secaban a la ofensiva rival. El brazo de Sasaki comenzó a cansarse y en la parte alta de la cuarta entrada el ataque mexicano se dio un banquete de tres carreras para irse enfrente en el marcador.
Los japoneses no se quedaron atrás y en la baja de la séptima empataron el encuentro. México se volvió a ir enfrente en la octava cuando anotaron dos carreras más, pero apareció Nakano para anotar la cuarta carrera del conjunto japones.
Llegamos a la novena entrada. México estaba arriba 5-4 con el sueño de avanzar a la final; este sueño estaba más vivo que nunca. Murakimi se paró en la caja de bateo con la tarea de conseguir un hit que pudiera darle la victoria a Japón y así fue. Metió un batazo al jardín central, el cual impulsó a Shuto y a Ohtani, con esas dos carreras el equipo del sol naciente se metía a la final del Clásico Mundial.
Benjamín Gil y compañía se quedaron en la orilla. México sumó otro “ya merito”, pero las emociones que dio esta novena serán imborrables e históricas.
AVV