Un Steinbrenner más se ha ido. Hank Steinbrenner, quien fuera socio y copresidente de los Yankees de Nueva York, murió este martes en su casa en Clearwater, Florida, a los 63 años de edad.
El equipo anunció que la causa del fallecimiento fue la larga lucha que el señor Steinbrenner mantuvo con un problema hepático, el cual lo mermó durante sus últimos años y provocó que dejara las riendas del equipo en Hal, su hermano menor, pero no evitó que fuera voz activa en las decisiones.
Hank y Hal heredaron una de las franquicias más ricas y con más historia en el deporte cuando su padre, el legendario George Steinbrenner, falleció en 2010. Desde entonces, ambos manejaron al equipo.
Como socio, Hank compartía la responsabilidad de supervisar y dirigir las estrategias de los Yankees tanto dentro como fuera del diamante, formaba parte de la junta de YES Network (que transmite juegos de los Yankees) y patrocinaba un programa de béisbol juvenil llamado ‘Hank’s Yanks', el cual ha desarrollado a muchos peloteros.
“A una edad muy temprana lo presentaron a la organización de los Yankees, y su amor por los deportes y la competencia continuó brillando durante toda su vida”, dijo la familia Steinbrenner en un comunicado.
Y es que Hank tenía 15 años cuando su padre compró a los Yankees en 1973, y desde entonces trabajó en la oficina del equipo hasta llegar a ser, a mediados de los años ochenta, un aprendiz de los gerentes generales.
Con un estilo similar al de su padre, a Hank le gustaba golpea a rivales y causar polémica, como la ves que dijo: “Si ellos tienen una Nación de Medias Rojas (la Red Sox Nation), nosotros tenemos un Universo de Yankees”.
Actualmente cumplía su decimatercera temporada como socio de los Yankees y su decimaprimera como copresidente del equipo. Sin embargo, también tenía otras actividades, una de ellas eran los caballos. Se ocupó de criar y correr equinos en la granja familiar en Florida y además fue miembro de la junta de la Compañía de Ventas de Ocala Breeders.
Más recientemente también se involucró en las carreras de autos con su hijo, George Michael Steinbrenner IV. Y su equipo, Harding Steinbrenner Racing, compitió en el circuito de IndyCar el año pasado.
“Hank podía ser directo y franco, pero en la misma conversación mostraba una gran ternura y alegría. Más que nada, fue un ejemplo para todos nosotros por la comodidad con la que vivió, disfrutando así de sus pasiones y actividades personales. Nos entristece profundamente haberlo perdido y llevaremos su memoria siempre con nosotros”, dijo su familia conformada, entre otros, por sus hermanos Jennifer, Jessica y Hal; sus cuatro hijos Jacqueline, Julia, George Michael IV y John; y su nieta Anabel.