Por segundo año consecutivo, el campeón de las Grandes Ligas se corona en el Dodger Stadium... pero en ninguna de las dos veces han sido los Dodgers.
Boston fue por el nocaut desde el primer inning. El home run de dos carreras de Steve Pearce fue ese golpe que fulminó a los Dodgers, que si bien no lo mandó a la lona, le quitó toda la estamina que necesitaba para aspirar a ganar el Juego 5. Y desde ese primer inning se definió el título 2018.
Steve Pearce pegó jonrón de dos carreras en la tanda inicial y uno solitario en la octava (para terminar la noche con tres producidas), Mookie Betts también se la voló, pero el en la sexta y JD Martínez no se quedó atrás al dar el cuarto cuadrangular de la noche para los Medias Rojas, éste en el octavo rollo. Con esos estacazos de cuatro esquinas hicieron las cinco carreras que resultaron el apoyo perfecto para David Price, quien desde el centro del diamante completó la mágica noche.
Desde el primer inning los Medias Rojas mandaron el mensaje de que no tenían intenciones de volver a Boston para jugar, no al menos este año. Cuando los Dodgers pasaron a batear por primera vez en el juego ya perdían, y ese no fue el único problema, el otro se llamó David Price.
El zurdo tuvo su tercera salida de calidad al hilo, justo lo que esperaban de él: siete entradas de solo tres hits y una carrera, una noche que resultó una pesadilla para los de casa, quienes solo anotaron una, y fue con un jonrón de David Freese al primer pitcheo del juego.
Con este triunfo de 5-1, los Medias Rojas completaron un año perfecto, en el que no solo fueron el mejor conjunto de las Mayores, sino que con sus 108 victorias establecieron el mejor año en la historia de la franquicia, mismo que confirmaron, no fue una casualidad, ya que en los playoffs despacharon a los Yanquis de 100 triunfos y a los Astros de 103 victorias.
Este es el noveno título de los patirrojos en su historia, el cuarto desde el 2004. Después del año donde rompieron la Maldición del Bambino, ganaron en 2007, 2013 y en 2018.