Ya sonaba de tiempo atrás, pero es oficial: Roberto Osuna deja a los Diablos Rojos del México. El Chufito, un beisbolista conocido por ser reservado, hizo una excepción para despedirse de la afición de los Pingos, ahora que emprenderá un nuevo reto en el beisbol de Japón con los Chiba Lotte Marines.
"Querida nación escarlata, solo puedo decirles GRACIAS por su apoyo incondicional, por nunca bajar la guardia y apoyarnos hasta el último out. Gracias por esperar hasta esas últimas entradas, cuando subía al montículo con la responsabilidad de sacar los últimos outs, siempre di lo mejor de mí", explica el oriundo de Juan José Ríos, Sinaloa.
En su carta de despedida, el taponero agradece a la familia Harp Grañen, así como a sus compañeros y cuerpo técnico por ser "unos Rojos que juegan como Diablos" que nunca se rinden, además de agradecer por el recibimiento de la afición de Diablos Rojos. "Me adoptaron como uno de sus hijos consentidos, disfruté mucho poder jugar ante la mejor afición de México", continuó.
Osuna ya no participó con los Diablos Rojos del México en las giras ante Saraperos de Saltillo y Generales de Durango. Su temporada la terminó con seis salvamentos, con 1.35 de efectividad, récord de 2-0 y 15 ponches repartidos en trece entradas y un tercio de labor, con solo dos pasaportes regalados, dos cuadrangulares y tres carreras toleradas, dos de ellas limpias.
Ahora, Roberto Osuna tomará una nueva aventura en el beisbol japonés, con la esperanza de volver al radar de Grandes Ligas. El ex ligamayorista, que jugó con Azulejos de Toronto y Astros de Houston, tuvo récord en MLB de 14-18, con 2.74 de porcentaje de carreras limpias admitidas, 348 chocolates recetados y 155 salvamentos hasta 2020. Además, jugó el All-Star en 2017, como pelotero de los Blue Jays de Toronto.