Tlaxcala vivirá el regreso de uno de los mejores boxeadores mexicanos de peso superpluma en los últimos tiempos, el oriundo de Cancún, Quintana Roo, Miguel Ángel Alacrán Berchelt, quien enfrentará al filipino Elmo Traya, en una magna función el Recinto Ferial de Tlaxcala, donde habrá cinco campeonatos en juego.
Antes de su pelea, Berchelt, platicó con MILENIO La-Afición, y habló acerca de su sentir, sus expectativas para la pelea, donde promete nocaut a la fanaticada tlaxcalteca.
“Me siento feliz, mucha gente ya preguntaba por el Alacrán, me decían que cuándo peleaba, estoy feliz de la función en Tlaxcala el próximo 27 de julio. Seguimos en preparación, estoy entrenando a 2,400 metros de altura en Santa Ana Tlachihualpa, y en Tlaxcala será un poco menos, 2,200. Voy con un rival filipino y sabemos que siempre brindan buen espectáculo”, compartió.
Quiso ser futbolista
Para sorpresa de muchos, Miguel quiso desarrollar otra disciplina antes que el boxeo, y es que su sueño era ser futbolista profesional, pero por azares del destino su vocación terminó por ser la de boxeador.
“Quería ser futbolista profesional, pero creo que Dios es grande y tiene algo preparado, yo creo que por eso sigo aquí. Yo me quería inclinar por el futbol, no se me dio, pero siempre hay algo que me gusta. Cuando se cierra una puerta se abre otra, a lo mejor no fue en el futbol, pero sí en el boxeo. Y creo que le atinó porque nunca vamos a ser campeones del mundo en el futbol y en el boxeo tenemos como 200”, compartió.
Su carrera en el pugilismo también se dio para defenderse en la escuela debido a los constantes ataques de bullying que sufrió, por ello se dedicó a entrenar y enfrentar a su agresor, que al confrontarlo ya no lo volvió a molestar.
“Siempre ha habido la carrilla en la escuela, el bullying como lo llaman ahora. Creo que hablando se entiende la gente, pero con un buen madrazo les queda más que claro, entonces yo aprendí de eso. Lo mejor es ir y decirle al maestro, si no te hacen caso tenemos que aprender a defendernos, con un buen puñetazo en la boca y la gente que te molesta no regresará por otro”, detalló.
¿Por qué le dicen el Alacrán?
Muchos aficionados se preguntarán de dónde nace su apodo, que se dio gracias a un alacrán de oro que su abuela le regaló, y que lamentablemente no se pudo despedir de ella cuando murió, pero un momento previo a su debut le dio origen a su sobrenombre.
“Me lo deja mi abuela, me deja un alacrán de oro, estando chico, tenía como unos 13 años, nunca me pude despedir de ella. A los dos años de que ella fallece va un señor y me dice que me quiere debutar profesionalmente en Mérida, y cuando llegamos me dice: ‘Berchelt, tu apellido es muy difícil, se confunde, necesitamos un apodo, y le respondí, ‘ponme como quieras’. Enseguida me dijo, ‘¿Qué te parece Alacrán’? En ese momento me erizo y me acuerdo de mi abuela que me dejó su alacrán de oro y lo tengo hasta la fecha; lo tomé como una señal, no nos despedimos, pero quería que tuviera ese apodo”, precisó.
El precio de la fama
Como todo atleta de alto rendimiento, el precio de la fama siempre tiene un costo, como el hecho de dejar a su familia a una corta edad, o simplemente disfrutar un platillo de comida de su progenitora.
“Desde los 18 años me salí de mi casa, muchas veces la gente no lo entiende: te dicen, ‘que padre, que bonito que tengas todo esto’. Sí, pero ellos no han visto las veces que he llorado, las veces que he comido en los mejores restaurantes, pero yo quisiera unos huevitos de mi mamá y estar platicando con ella, es un poco triste, pero vale la pena luchar por lo que vale la pena tener”, finalizó.
Así lo dijo
“La gente te dice, ‘que padre, que bonito que tengas todo esto’. Yo quisiera unos huevitos de mi mamá y estar platicando con ella, es un poco triste, pero vale la pena luchar”
Miguel Ángel Berchelt
Boxeador
La clave
Alcanzó la gloria
El 29 de enero de 2017 se consagró campeón mundial del peso superpluma al derrotar por nocaut técnico en el undécimo asalto a Francisco El Bandido Vargas.
La cifra
6
Defensas exitosas tuvo durante su reinado como campeón del peso superpluma.
MGC