Alfredo Caballero, un trabajo de mucha altura

Edición Fin de Semana

El entrenador prepara a sus boxeadores para dos duelos que marcarán la historia del equipo, dos resultados que dejarán una pauta en su legado

Alfredo Caballero, un trabajo de mucha altura (Cortesía)
Érika Montoya
Ciudad de México /

El sonorense Alfredo Caballero sabe que las siguientes citas de sus campeones Juan Francisco Estrada y Miguel Berchelt jugarán un papel protagónico para seguir haciendo historia y por eso, desde las montañas de Jiquipilco, sostienen una de las preparaciones más fuertes hasta ahora con la mira puesta en posicionarse como uno de los mejores equipos a nivel mundial.

Alfredo, quien forma parte de la nueva camada de entrenadores mexicanos que está dando de qué hablar a nivel internacional, sabe de los beneficios que tendría el mover a su equipo para Estados Unidos, pero como gran amante del deporte entiende que su lugar sigue estando aquí, no solo por sus campeones, también por los chicos mexicanos que depositan en sus manos sus sueños de sobresalir.

“Sé que (Reynoso y yo) estamos entre los primeros entrenadores pero ya cada quien busca como los boxeadores ser campeones mundiales, nosotros también buscamos ser los mejores. Es el chiste. La vida también es de competir”, dijo el entrenador sonorense.

A pesar de las condiciones que presentó este 2020 la actividad para ustedes no paró del todo y ahora estás a las puertas de dos peleas que, sin duda, serán fundamentales para su futuro como equipo…

Todo esto que nos tocó vivir es muy atípico. Cada muchacho que se está integrando, que viene para acá, le estoy pidiendo prueba de covid, porque no me gustaría algo así. Para ser sincero, aquí a casi todos nos pegó el covid hace meses, pero fue la mayoría asintomáticos, pero aún así hay que tomar medidas necesarias. Tenemos que cuidarnos, esta muy fuerte la enfermedad, pero hay que cuidar a los demás.

Juan Francisco (Estrada) tiene una pelea muy importante, pues de este resultado podría derivar en la esperada revancha con el Chocolatito o una tercera con el tailandés Srisaket Sor Runvisai.

Lo que pasa es que Sor Rungvisai es el clasificado número uno de la división y no sé cómo vamos a quedar ahí. Yo preferiría la pelea con el Chocolatito, Rungvisai ya no tendría tanto, la primera estuvo cerrada, pero siento que la ganamos, la segunda la ganamos bien. Sería mejor, a mi me gustaría más con Chocolatito. Yo creo que es la todo el mundo quiere ver, las peleas esas de que saben que serán recordadas y con la posibilidad de una tercera todavía. Esa es la que quisieramos tener. También Juan Francisco siente que si gana a Chocolatito se sentiría como un peleador invicto y es verdad, pues vengaría sus tres derrotas. Chocolatito es el único que le falta.

Por otro lado, tienes la pelea del Alacrán Berchelt con Óscar Valdez, se conocen desde hace tiempo, es la que todos los fanáticos esperan ¿Cómo es el trabajo de cara esta gran expectativa?

Si nos conocemos, de hecho, yo fui entrenador un rato de Óscar, en la selección Sonora, antes de que se fuera al comité olímpico. Somos buenos amigos, pero creo que en esta pelea no hay conversación pues sabemos que hay un reto. Es algo muy raro, no sé cómo explicarlo. Lo que sé es que será una gran pelea donde todo va a ser de orgullo. Ellos no van a ceder en ningún momento y nosotros tampoco y más por las esquinas.

Estoy seguro de que vamos a ganar, pero entre nosotros comentábamos que a ver si no es como todos los rivales de Berchelt que los termina dejando débiles, tocados, porque los golpea de más. Berchelt en su momento podría verse más fuerte que Óscar.

Con un equipo tan grande como el tuyo, horarios extendidos de 6 de la mañana en adelante, ¿cómo mantienen el enfoque?

Casi siempre hay muchas personas en mi equipo que me ayudan con esa cantidad de peleadores. Hay muchas personas que me llaman y les tengo que decir “espérense, espérense” porque ya ando coordinado con lo que tengo, me gustaría ayudarlos a todos, pero no se puede. A mí me encanta lo que hago y por eso me quedan las fuerzas suficientes para entrenarlos. El amor al trabajo es lo más importante y también el saber que todo mi equipo está en sintonía, por eso los resultados van cayendo.

FCM

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