Lejos de las grandes entradas y fanáticos inundando los casinos de Las Vegas, el boxeo tendrá un modesto regreso que funcionará como un laboratorio para el futuro ya que la nueva normalidad impondrá elementos que jamás se pensaron podrían integrarse.
Para esta primera cartelera televisada en Estados Unidos - tras una ausencia de 3 meses de actividad – fue la promotora Top Rank junto al apoyo de la Comisión de Nevada que se creó el protocolo sanitario que se pondrá en marcha en lo queellos llamaron “La Burbuja”.
“Por ahora mi prioridad es hacer de los boxeadores, los oficiales y de la gente que trabaja en la arena esten a salvo. Es lo mejor que podemos hacer. El trabajo ha sido enorme y aunque parece fácil no lo es, fueron muchas horas de estudio y análisis para algo con lo que nadie había experimentado nunca. No hay antecedentes”, explicó en teleconferencia Bob Arum, el legendario empresario.
Como parte de las medidas tomadas, Arum reveló que a la llegada de los peleadores a Las Vegas son sometidos a una prueba de COVID19 y no se les permite abandonar el cuarto donde inicialmente fueron hospedados hasta que se les entrega el resultado. En cuanto el resultado es favorable se trasladan al hotel sede en donde tendrán horarios escalonados para entrenar y para alimentarse evitando concentraciones.
Sin público, ni medios de comunicación, ni siquiera familiares en sus peleas, los boxeadores subirán al ring sólo con la compañía de dos personas y no podrán permanecer en el lugar de la pelea durante el resto de la función que contempla 5 encuentros.
La primera función arrancará este martes a cargo del campeón estadunidense invicto Shakur Stevenson ante el boricua Felix Carballo en duelo no titular pactado a 10 rounds, pero como parte de estas medidas sanitarias, la pelea de apoyo que correría a cargo de Mikaela Mayer fue suspendida pues la estadunidense dio positivo por coronavirus.