El joven lagunero Julio 'Canelito' Luna conquistó el campeonato de Norteamérica que reconoce la Asociación Mundial de Boxeo, el primer paso, dijo, de su carrera como boxeador profesional
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Julio Luna Ávila es un joven boxeador lagunero ambicioso, que sueña con ser campeón del mundo, pero también en ser un gran profesionista y padre.
Recién el “Canelito” conquistó el campeonato de Norteamérica que reconoce la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), el primer paso, dijo, de su carrera como boxeador profesional, pues pretende en un corto plazo seguir escalando posiciones en el boxeo de paga para, más temprano que tarde, ir por el cinturón verde y oro del CMB.
Dicho cinturón lo conquistó la semana pasada al derrotar por decisión dividida a Ricardo “Mágico” Salas, en una pelea desarrollada en Monterrey, Nuevo León y a donde el de Gómez Palacio iba como retador, como víctima.
Pelea por sus sueños
En casa tiene una motivación que lo hace luchar día a día por sus sueños, su hija Julieta, a quien le dedica cada una de sus peleas y quien se ha convertido en su motor para seguir invicto.
Julio cuenta con una marca de imbatible, con 15 victorias, 8 anestesiados y 2 empates, son seis años picando piedra en el profesionalismo y hasta apenas la semana pasada se le dio una oportunidad por un campeonato, el de Norteamérica de la WBA.
“Es un gran paso que dimos, este cinturón nos abre las puertas para las peleas grandes y para poder pelear en el extranjero”, dijo Julio en entrevista para MILENIO-La Afición.
Julio no se conforma, entrenado por su padre, del mismo nombre, tiene en mente el fajín verde y oro del CMB.
“Ese es el objetivo desde que empezamos en este deporte, desde el primer entrenamiento, nuestra meta es llegar a disputar el campeonato mundial CMB y ganarlo por supuesto”, aseveró.
Han pasado seis años y 15 peleas, la clave en esto del boxeo es tener paciencia, dijo Julio.
“Es parte de esto, el tener paciencia en el boxeo, ya tenía seis años de profesional, no se venían las oportunidades grandes, pero esperando y picando piedra y al final siempre vienen los resultados”.
Triunfo internacional
Ganar el fajín Norteamérica de la Asociación Mundial de Boxeo no fue nada fácil, enfrente tenía a un peleador que era el favorito y para quien la promotora había preparado todo.
“Yo iba como retador, como víctima, todos pensaban que me iban a ganar, de hecho este cinturón era más que nada para mi rival, la promotora lo hizo para él, pero llegue bien preparado y con una mente ganadora y gracias a Dios se dieron las cosas en la pelea y tenemos en nuestro poder este campeonato”.
Su marca de invicto no le preocupa, pero sí le ocupa. “Siempre tratamos de mantenernos invictos, por supuesto que quiero mantenerme así, pero mi objetivo es ser campeón del mundo, invicto o no, la meta es ser el mejor”, añadió.
El motor para salir adelante está todos los días en su casa, su hija Julieta, por la cual valen la pena los desvelos y los exhaustivos entrenamientos.
“Mi hija Julieta, por ella todos los días es echarle ganas, todos los días a trabajar duro, ella es mi motor y por la que se levanta uno temprano a trabajar, a entrenar”, declaró.
Pelear por un futuro
Tarde o temprano la carrera de boxeador se acaba y hay que tener un plan B. “Sabemos que este deporte es de solo un tiempo, siempre hay que tener un plan B, el estudio es fundamental en todo aspecto, estamos estudiando para contador público y ya estoy por finalizar la carrera”.
Las peleas y los proyectos siguen, Julio junto a su padre y sus hermanas, organizarán en su natal Gómez Palacio una magna función de boxeo en donde pelearán todos los hermanos Luna.
“Se viene una pelea el 10 de septiembre en Gómez Palacio, pelean mis dos hermanas, Yulihan y Wendy, vamos a pelear los tres hermanos y pues invitar a la gente para que vaya y apoye al talento lagunero” , concluyó.
RCM