El boxeador mexicano Mauricio Lara volvió a hacer de las suyas en Inglaterra y con un nocaut en 7 rounds sobre Leigh Wood en Nottingham se coronó monarca pluma de la Asociación Mundial de Boxeo.
El Bronco disputó la tarde de este sábado su primera oportunidad mundialista y logró mostrar de nueva cuenta el poder de puños y ese empuje que lo caracteriza, al punto de que obligó a la esquina de su adversario a arrojar la toalla, luego de una visita a la lona.
Lara (26-2-1, 19 ko’s) fue siempre agresivo, propuso la pelea en corto y arriesgó, buscaba conectar a la corta y media distancia, a pesar de ponerse en riesgo ante un Wood (25-3-0, 16 ko’s) que conectaba con frecuencia y poder. Hubo un corte – ocasionado por un choque de cabezas no intencional en el rostro de Wood desde el primer round, pero no influyó en el resultado.
Durante la primera parte de la pelea, el peleador inglés repitió golpes de poder y fue efectivo con sus combinaciones. Lara siguió con su plan de pelea de presionar, de ir al frente, de soltar poderosas derechas al rostro y al cuerpo, y combinarlas con izquierdas largas. Sabía que tarde o temprano, esa estrategia pagaría dividendos.
El choque era sumamente competitivo, ambos daban y recibían, tanto Wood como Lara tuvieron momentos de brillantez, hasta que en los últimos segundos de ese séptimo asalto, un gancho de zurda que tiró el Bronco, entró franco y preciso a la quijada de Wood, quien se fue a la lona de manera aparatosa, visiblemente lastimado.
El inglés se levantó, pero con piernas tambaleantes, su mirada perdida y sin coordinar sus movimientos. Aún en esas condiciones, el réferi iba a permitir que la pelea continuara, y justo cuando indicaba a los peleadores que se pusieran a boxear, le cayó la toalla desde la esquina de Wood.
El público despidió al mexicano con una ovación reconociendo su entrega y nivel, y Lara le cumplió a la afición mexicana. Fue a "agarrar al Diablo por los cuernos, y enterrarlo en su propia casa".
FCM