Deontay Wilder, el campeón mundial de pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), hizo una dura confesión durante una entrevista, en la que declaró que hace unos años llegó a pensar en el suicidio.
El boxeador estadunidense, quien tendrá su revancha contra Tyson Fury el próximo 22 de febrero, habló para BT Sport sobre su pasado, donde tuvo varios problemas, entre ellos, la complicada llegada de su primera hija, que lo llevaron a pensar en no vivir más.
“El peor momento de mi vida fue años atrás, creo que cuando mi hija nació en 2005 o 2006. Se puso muy difícil para mí, hasta el punto de que perdí mi familia, hasta el punto de que tuve una pistola en el regazo y estaba listo para suicidarme”, expresó Wilder.
La declaración es a partir del minuto 14:12
Deontay explicó que Naieya, su primera hija, nació con un problema en la columna vertebral conocido como espina bífida (una afección en la que la médula espinal no se forma o cierra correctamente), por lo que a fin de mes llegaban gastos fuertes y en ese entonces, Wilder trabajaba en un "restaurante de pancakes".
“Esos pensamientos se pasan por la cabeza de cualquiera que esté sufriendo algún tipo de depresión o atravesando diferentes cosas en sus vidas, no estás pensando en nadie más, solo en ti mismo. Fue muy duro tener 19 años y que mi primer hijo nazca con un problema de salud. Todos rezamos para que nuestros niños sean sanos. Fue un desafío en mi vida, mi hija necesitaba más amor que un niño normal. El dinero llegaba a mis manos y se iba rápidamente, por las facturas y otra serie de cosas. Sé cómo se siente eso”.
Más tarde vino la oportunidad para iniciarse en el boxeo, deporte en el que ha destacado y que además lo ayudó a salir de la depresión y los problemas por los que tenía.
ZZM