Luego de 24 rounds disputados y para demostrar que la rivalidad deportiva solo es eso, el peleador inglés Derek Chisora fue al vestidor de su rival Kubrat Pulev, a minutos de haberlo superado, para compartirle una hamburguesa y hablar con él.
Ambos se enfrentaron en un duelo en la Arena O2 de Inglaterra en un duelo de suma importancia, ya que además de ser revancha le proporcionaría al ganador un poco de más tiempo dentro del boxeo profesional.
Ambos superan los 38 años de edad y necesitaban de esta victoria para relanzar sus carreras y esta ocasión fue War Chisora el que se llevó el triunfo por decisión dividida con tarjetas de 116-112 y 116-114 para el inglés, mientras un juez vio ganar al bulgaro 116-112.
Esta pelea se dio a seis años del primer encuentro que sostuvieron, pero en esta ocasión la exigencia y desgaste físico fue mucho mayor, ya que ambos aguantaron sus mejores golpes.
Chisora, a pesar del gran cansancio que mostró, no dejó de tirar golpes y logró cortar a un valiente Puelev no una sino dos veces, pero aún así no dio un paso atrás.
“Ya estoy cansado de pescado y papas, quiero un poco de caviar”, sentenció Chisora, quien se refería a que antes de retirarse le gustaría enfrentarse a un gran nombre para cerrar con broche de oro una carrera de 13 años de profesional.
Luego de festejar un poco con su familia y de atender a las entrevistas, Chisora – junto a sus hijas – fueron al vestidor de Pulev y tras abrazarlo y decirle un par de cosas, le ofreció una hamburguesa y se sentó a comer con él.
En un video que difundió el mismo Chisora, se ve cómo Pulev firma un par de guantes, para recordar el momento, y se los pasa al inglés.
FCM