Este fin de semana Devin Haney va tras historia, pues está a solo una victoria de convertirse en campeón indiscutido de peso ligero y hacerlo a la corta edad de 23 años de edad.
Haney se enfrentará al australiano George Kambosos en Melburne en lo que se espera sea una velada con el estadio Marvel lleno de fanáticos hambrientos de un gran duelo. Sin embargo, ese factor no es algo que tenga algún efecto en la actitud del estadunidense.
La razón de la seguridad y calma del peleador de California fue el rudo inicio que tuvo en el boxeo en México.
Haney tuvo una fructífera carrera amateur con 138 victorias por ocho derrotas, sin embargo cuando hizo su cambio a profesional no tenía los 18 años cumplidos y por eso decidió ir a Tijuana, donde podría agarrar más experiencia.
Su primer pelea fue en el Billar del Perro Salado en Tijuana, con todos los fanáticos en contra. Esa noche noqueó en un round a Gonzalo López y de ahí comenzó todo.
Haney se presentó en cuatro ocasiones más en ese billar en Tijuana antes de regresar a Estados Unidos a hacer su debut en el MGM Grand de Las Vegas, convirtiéndose en el boxeador más joven en pelear ahí.
Sin embargo, volvió 6 veces más a México y arrebató victorias a cada uno de los tricolores que enfrentó y de paso se fraguó una seguridad que hasta la fecha lo acompaña.
Bill Haney, su padre y entrenador , aseguró que todo ese movimiento fue muy bueno para el peleador pues “nuestros huesos fueron hechos en México, ya después de ahí nada nos sorprende. Nos graduamos de los bares pequeños, Sabemos lo que es tener el público en contra. Nada nos va a sorprender”.
Haney conquistó el título interino ligero del Consejo Mundial de Boxeo en el 2019 al vencer a Zaur Abdullaev, pero en el 2020 fue elevado a campeón absoluto del organismo, luego de que el WBC determinara la creación del campeoanto franquisia y elevara a Vasyl Lomachenko a esa posición. Las críticas no se hicieron esperar, pero esta es la oportunidad de Devin Haney de demostrar que ese movimiento no fue casualidad.
FCM