Dos manos derechas del kazajo Gennady Golovkin le arrebataron al campeón japonés Ryota Murata el sueño de convertirse en campeón unificado ante su gente, la noche del sábado en la arena Saitama de Japón, en una velada donde GGG se llevó la victoria por nocaut técnico en 9 rounds.
Con las coronas de la Federeación Internacional de Boxeo y la Asociaciación Mundial de Boxeo, GGG subió al ring como el monarca activo de mayor edad, con 40 años de edad, y con la convicción de que despejó el camino para enfrentarse a Saúl Canelo Álvarez en septiembre.
"Quiero agradecer a Ryota porque es un verdadero guerrero y peleó hasta el final”, dijo el peleador de Kazajistán que con su actuación obligó a la esquina de Murata a tirar la toalla para detener el castigo.
Arrastrando una ausencia de 15 meses del boxeo, GGG subió al ring para enfrentar a un fuerte Murata y aunque los primeros cinco rounds el japonés logró hacer un gran trabajo con golpes a las zonas blandas del veterano el primer golpe de cambio llegó el sexto round, con un gancho de derecha que se coló entre la guardia alta del japonés. El golpe fue tan fuerte que el protector bucal salió volando.
Murata no volvió a ser el mismo.
Con la confianza recuperada, Golovkin salió a buscar lo que mejor sabe hacer: presionar hasta ahogar. Con potentes ganchos a la cabeza y a zonas blandas, mezclados con potentes uppers, GGG comenzó a cambiar la historia y a hacer retroceder a un Murata que aunque deseaba dar una buena noche a su gente, no pudo adaptar su estrategia y fue demolido poco a poco.
El desenlace llegó en el noveno round con otra potente derecha que incluso hizo girar el cuerpo de Murata, quien cayó a la lona. La esquina del monarca nipón detuvo las acciones cuando faltaban 51 segundos en el reloj.
Con esta victoria Golovkin mejoró su 42-1-1, 37 KO's. Mientras que Murata sufrió su tercer descalabro profesional.
ZZM