Con el retiro de Wladimir Klitschko en el 2015 la división de los pesos completos recuperó su dinamismo. Un golpe podía cambiar por completo el panorama y personajes comenzaron a cobrar fuerza.
Sí, después de tantos años la división que convirtió en leyendas a pugilistas como Muhammad Ali, Joe Frazier, George Foreman, Rocky Marciano, Myke Tayson y Evander Holyfield, entre muchos otros, tomó un respiro, comenzaron a surgir nuevos nombres y rivalidades.
Por un lado empezó a sonar con fuerza el nombre de Tyson Fury, cuando en febrero de 2015 venció por decisión unánime a Christian Hammer (Dr Steelhammer) –peleador que por 10 años se había mantenido en la cima con muy poca oposición– para arrebatarle los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo. Ese mismo año también apareció en escena el estadunidense Deontay Wilder, quien ganó la vacante CMB ante Bermane Stiverne.
El sueño del indiscutido
Desde ese momento, y ante los nuevos boxeadores que estaban emergiendo, la inquietud de hacer una pelea de unificación por el campeonato indiscutido fue el objetivo final. Pues la división más espectacular del boxeo un rey absoluto desde los tiempos de Mike Tyson. El estadunidense unificó los tres cinturones disponibles –antes de la creación de la Organización Mundial de Boxeo– en 1989 y desde entonces nadie pudo lograr la hazaña.
Gran parte del freno que tuvieron los pesos completos durante una década se dio por los hermanos Klitschko, pues Vitali (dueño del título CMB) y Wladimir (AMB, OMB y FIB) se negaron a enfrentarse entre ellos, argumentando que habían hecho una promesa a su madre.
Sin embargo, para que pudiera pasar la pelea entre Fury y Wilder algunas piezas tuvieron que moverse, pues Fury – aquejado por problemas de salud mental– fue desconocido como campeón. Sus títulos terminaron en manos del inglés y medalla de oro olímpico, Anthony Joshua, en 2017.
Joshua logró tres defensas de las coronas, hasta que su camino se cruzó por azar con el del mexicano Andy Ruiz y la división volvió a dar un vuelco.
El mexicano destronó al invicto AJ para gobernar –al menos durante seis meses la división– antes de regresar las diademas al británico. Sin embargo, dentro de la baraja de boxeadores no se puede descartar el regreso del Destroyer, quien desde hace un año entrena en el equipo de Saúl Álvarez, bajo la tutela de Eddy Reynoso.
Tres años de rivalidades
En 2018, luego de tres años de ausencia, regresó Fury para enfrentarse a Wilder y en su primer duelo empataron, a pesar de dos impactantes caídas del Rey de los Gitanos. Dos años después Fury saldó la deuda con Wilder y lo noqueó en apenas siete rounds.
Este 2021 ya estaba todo enfilado para que Fury por fin se midiera a Joshua, en una superpelea entre ingleses... pero una demanda en una corte arbitral obligó a Tyson a conceder la revancha a Wilder, bajo amenaza de que podría perder el título si no cumplía con el contrato previamente firmado, y por esa razón Joshua eligió al ucraniano Oleksandr Usyk como rival para mantenerse activo.
Tomando todas las precauciones posibles, confiado en que su tamaño y peso sería un factor importante a su favor, Joshua se midió a Usyk –peleador que en peso crucero se convirtió en campeón indiscutido en un lapso de dos años– y cayó por decisión unánime sumando a un protagonista más a la mezcla, quizá el más peligroso de todos.
Usyk –medalla de oro en Juegos Olímpicos de Londres– aseguró que estará muy al pendiente del resultado de la contienda, pues su objetivo es convertirse en el primer peleador en la historia del boxeo en ostentar doble campeonato indiscutido en dos categorías diferentes.
Andy Ruiz, por su parte, está a punto de regresar, luego de una pelea en el 2021 ante el multicontendiente mundialista y de gran experiencia Chris Arreola, el sinaloense se sometió a una operación de rodilla (que aplazó por demasiado tiempo) de la que se está recuperando, pero tan pronto como obtenga el alta médica, aseguró regresará para retar a quien esté en la cima.