Hasta enero del 2021, Manny Pacquiao fue el orgulloso supercampeón welter de la Asociación Mundial de Boxeo, hasta que el mismo organismo le quitó – sobre el escritorio – en cinturón y se lo entregó al entonces campeón regular Yordenis Ugas de Cuba.
Entre los argumentos se manejó la falta de actividad del filipino y otras más, pero Pacquiao nunca imaginó que el destino jugaría a su favor para que ocho meses después tuviera la oportunidad de recuperar la corona.
“No fue bueno que me quitaran el título sin pelear, por eso quiero recuperarlo. Que bueno que Ugas y yo podamos aclarar las cosas sobre el ring”, declaró en la última conferencia de prensa la leyenda filipina que regresará tras una prolongada ausencia.
Este fin de semana en la arena T-Mobile de Las Vegas, Pacquiao y Ugas se enfrentarán a 12 rounds a 10 días de haberse enterado que ambos cambiarían de rival. Este evento logró salvarse de la cancelación a pesar de que Errol Spence tuvo que cancelar su participación para ser sometido a una operación en el ojo izquierdo por un desgarre de retina; mientras que el rival de Ugas, Fabián Maidana, también reportó lesión.
"Fue un camino largo para llegar aquí, fue de una forma extraña, pero estoy agradecido Sé que será una gran pelea. Pero si está pensando en noquearme como dice está mal pues puenso que no podrá. Yo compito en este deporte desde que tenía 6 años y él no noquea desde hace mucho tiempo (tres años)", declaró el cubano que mantiene foja de 26-4 con 12 nocauts.
Pacquiao, quien había anunciado un retiro en Las Vegas en el 2016, regresa a la misma ciudad para seguir sumando logros a su curriculum y ahora con 42 años pretende sumar a otro campeón mundial a su lista de rivales superados.
"Me siento joven, estoy feliz haciendo esto. Boxeo es mi pasión. Hice mi campamento y estoy emocionado por hacer este sacrificio con disciplina para preparar una pelea así ...Quiero agradecer a Dios por todo, por lo que he hecho. En mi imaginación no estaba hacer esto. Dios me elevó de la nada a algo para ser una inspiración Esta podría ser mi última pelea pero voy una por una, nunca sabes. Haré lo mejor que pueda”, finalizó el peleador que este viernes subirá a la báscula con la meta fija en marcar 66,678 kilogramos, el límite de la división welter.
GFR.