En los 48 segundos del séptimo asalto, el árbitro tuvo que detener la pelea porque Óscar Valdez soltó una brutal serie de golpes que mandaron a Liam Wilson de regreso a su esquina, y que le otorgaron el título peso súper pluma de la Organización Mundial de Boxeo.
Wilson tuvo un arranque explosivo. Aprovechó su altura para soltar varios jab desde el inicio de la contienda, aunque también conectó varios golpes explosivos.
Valdez, por su parte, tuvo que responder con golpes en las zonas blandas y acortó distancias para conectar más ganchos. Esta fórmula le funcionó, pues el australiano tuvo que acoplarse a su juego porque su estrategia dejó de funcionar.
No hubo descanso, la pelea era a la corta distancia. Liam se defendía con upper, pero Valdéz conectó ganchos a diestra y siniestra.
El brutal nocaut técnico de Valdés a Wilson
En el séptimo asalto Wilson comenzó soltando un par de golpes, pero el mexicano esquivó con movimiento de cabeza y empezó con una combinación de poder: ganchos y upper llovieron en el cuerpo del australiano.
Poco a poco el rival cedió. Valdez, al ver que su rival comenzó a doblegarse, no dejó de apretar, se acercó lo que más pudo a su contrincante y soltó la última combinación.
El réferi, al ver las condiciones de Wilson, decidió llevarlo a su esquina y culminar la pelea para darle la victoria a Óscar Valdéz, quien se quedó con el título interino peso súper pluma de la OMB.
"Quiero ser un ejemplo en el boxeo. Puedes perder en la vida, pero existe la obligación de volver fuerte. [Esta victoria] tiene que estar ahí arriba, significa mucho. Le demostré a mucha gente que estaba equivocada otra vez", comentó Valdéz tras la pelea.