Con las apuestas en contra 3-1, el retador sonorense Óscar Valdez asegura estar preparado para dar el batacazo cuando se enfrente al campeón noqueador Miguel Berchelt este sábado en Las Vegas.
Enfocado en lo que puede hacer dentro del ring, un lugar donde las especulaciones no entran, el peleador que asistirá a la cita acompañado por el entrenador del año, Eddy Reynoso, aseguró que más que dejar que lo influyan las cuestiones negativas toma esos momios como motor para demostrar que con él se equivocan.
“Al final del día la opinión de los demás no influye. No vieron lo que hice en el gimnasio, lo que trabajé. Soy disciplinado y que un experto diga que perderé, no significa que así será. Nada es imposible, Berchelt no es invencible. Demostraré que se equivocan. Ando muy motivado y para mí es motivación que esté tan abajo en las apuestas porque no sería la primera vez que un peleador tan abajo gane. Ahí está el caso de Buster Douglas con Mike Tyson o de Teófimo López con Vasyl Lomachenko”, declaró durante la última conferencia de prensa el ex campeón de peso pluma que ahora sube en busca de una segunda corona en otra división.
Para el duelo que tendrá en juego la diadema superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, ni el campeón se siente como favorito a pesar de los momios, pues reconoce en Valdez a un rival complicado de vencer por las cualidades que hasta ahora ha mostrado.
“Del ganador de esta pelea puede salir la siguiente estrella y yo prefiero no sentirme como el favorito. Nadie sabe el peso del morral mas que el que lo carga y yo estoy feliz por poder llegar a este punto. De mi parte no les voy a deber, entregaré todo”, sentenció el campeón que persigue la posibilidad de romper el récord de defensas de la división que instauró Julio César Chávez con nueve exposiciones.
Ambos peleadores no pueden ocultar la emoción que les da enfrentarse en una de las batallas entre mexicanos más importantes en los últimos años y aseguraron que independientemente de las especulaciones sobre la contienda subirán a complacer a los miles de fanáticos que pacientemente esperaron a que llegara el momento.