Rubén El Púas Olivares está de fiesta, hoy cumple 50 años de haber iniciado su leyenda con el triunfo ante Lionel Rose en Inglewood, California.
Esa noche, con 20 años cumplidos, El Púas se convirtió en el primer boxeador mexicano en la historia en ostentar un título del Consejo Mundial de Boxeo y lo logró al noquear al australiano en cinco episodios, triunfo que le valió el empezar a construir su figura de ídolo para muchos amantes del deporte de los puños.
A pocos meses de haber sido inaugurado el Foro de Inglewood, el peleador de Guerrero acompañado por el legendario entrenador Arturo Cuyo Hernández, el peleador marcó el principio de una notable campaña que lo llevó no sólo a ser considerado uno de los mejores gallos de todos los tiempos, también la que le abrió las puertas del Salón de la Fama internacional.
A pesar de no ser favorito, Púas llegó al duelo con el estigma de ser un guerrero, pues en sus tiempos de amateur, ganó el torneo Guantes de Oro, con la mandíbula fracturada. Por lo que Rose estaba dispuesto a finiquitar tan pronto como fuera posible, pero se encontró con la pegada del mexicano que lo depositó en la lona a menos de un minuto de haber iniciado, a esa caída le siguieron otra en el segundo round y dos más en el quinto episodio.
El Púas sostuvo en peso gallo dos enfrentamientos ante Chucho Castillo, para después subir de división y terminar su carrera en 1988 dejando un récord de 89 triunfos, 13 derrotas y tres empates, con 79 nocauts.