Stanley Kubrick tiene un legado contundente en el séptimo arte. Con películas como Paths of Glory (1957), Spartacus (1960), Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964), 2001: A Space Odyssey (1968), A Clockwork Orange (1971), The Shining (1980) y Full Metal Jacket (1987), es considerado uno de los cineastas más influyentes en el celuloide.
Pero si bien muchos conocen estas películas, son pocos los que sabían sobre su particular interés en el boxeo. De hecho, su primer documental está enfocado en la disciplina de los encordados. Day of the fight (El día de la lucha, 1951) fue producida por RKO y nos presenta el combate entre el irlandés Walter Cartier y el neoyorquino Bobby James.
Kubrick conoció a Cartier años antes, luego de hacer un reportaje fotográfico para la revista Look, para la que trabajó en su juventud para subsistir. Fue así que comenzó con su cámara fotográfica a capturar la esencia de un deporte de contacto como el boxeo.
En el documental, el espectador puede ver la preparación de Cartier, lo que incluye su desayuno y comida, así como entrenamiento previo, su llegada al vestuario y la pelea ante Bobby James. Los planos fueron grabados por Kubrick detrás del ring y ya se puede percibir ese estilo tan característico de su obra. Además, Kubrick llegó a fascinarse por la violencia física y psicológica que se veía en el boxeo, un deporte muy popular en su natal Nueva York.
No fue un cortometraje documental que llegó a retribuir en el aspecto económico, ya que gastó 3 mil 900 dólares en la producción, mientras que solo recibió 4 mil dólares por parte de la producción, lo que solo significó una ganancia de 100 dólares.
Pero fue con Day of the Fight que Stanley Kubrick descubrió su vocación por el cine, por lo que dejó de ser fotógrafo y comenzó a dedicarse al cine. Ese mismo año estrenó Flying Padre, otro documental enfocado en un sacerdote católico, para luego estrenar en 1953 Fear and Desire, su primera película (que no le llegó a agradar el resultado).
FCM