Era el 1 de marzo de 1997 y 10 mil 324 espectadores se habían dado cita en el centro de convenciones de Atlantic City, New Jersey para presenciar otro de los más grandes esperados regresos al ring. El protagonista no podía ser otro que Sugar Ray Leonard, que a sus 40 años no solo ya había dejado un legado en el deporte, también había jugado con los corazones de sus seguidores en múltiples ocasiones anunciando retiros y volviendo a la actividad.
En esta ocasión, fue el definitivo. Si bien su regreso al ring prometía, en busca de quitarle el cinturón del peso medio del IBC a su rival Héctor Camacho, tres veces campeón del mundo, toda obsesión de la leyenda por regresar al ring terminó. A pesar de que a sus 34 años, Camacho también había dejado atrás su mejor momento como profesional, tras una serie de izquierdas y derechas lanzó contra las cuerdas a Leonard en el quinto round, parecía un novato sin equilibrio.
Finalmente Leonard se retiró con con 40 peleas, 36 victorias, 25 por KO y solo tres derrotas. No por nada fue reconocido no solo en el Salón de la Fama del Boxeo, también en el olímpico de EU, y entre varios otros reconocimientos Associated Press lo nombró el tercer mejor pugilista del siglo XX.
Fue en 1982 que ya había anunciado una especie de retiro tras problemas oculares, el anuncio formal llegó en 1984 tras enfrentarse ante Kevin Howard, pero regresó al ring para un combate ante Marvin Hagler. Una y otra vez volvió al ring cuando ya había declarado que era el final hasta 1991 cuando se alejó por tiempo prolongado. El final de Camacho en cambio fue trágico al fallecer tras un tiro en el rostro en 2012.
SFRM