A 15 días de la fecha marcada, Deontay Wilder está deseoso de volver a encarar a aquel que le arrebató todo en febrero del año pasado.
Han pasado un año y siete meses desde que el ex campeón de peso completo de Estados Unidos subió al ring por última vez y la necesidad de reivindicarse lo ha impulsado a trabajar muy fuerte para cobrar la afrenta, a pesar de los aplazamientos.
“Yo lo único que quiero es patearle el trasero... El tiempo que ha pasado me ha servido, me ha servido para trabajar mucho. La perfección es imposible, pero trabajamos para acercarnos a ella. Es una pelea muy importante y verán los cambios que realizamos”, declaró Bronze Bomber quien enfrentará al inglés Tyson Fury para cerrar su trilogía el 9 de octubre en Las Vegas.
Wilder aseguró que el tiempo que extra que tuvieron, debido al positivo a coronavirus de Fury, fue empleado en afinar algunos de talles de la estrategia que les ayudará a cambiar el resultado ante el gitano.
"Todo cambió estoy super enfocado, más enfocado que en toda mi carrera. Esta es la segunda etapa de mi carrera. A este punto estamos super serios, estoy en un buen momento, las cosas pasan por una razón y aunque no la entiendas en el momento, lo harás. Ahora lo entiendo" Wilder.