Este domingo 23 de febrero se llevó a cabo la tercera edición del festival de arte urbano "De dos de tres caídas", donde las máscaras del Perro Aguayo, el Santo, Blue Demon, Sin Cara, entre otros luchadores mexicanos han sido pintadas a lo largo y alrededor del puente Victoria.
Los tres mil asistentes admiraron los murales con los rostros de sus ídolos de la infancia. Muchos de ellos llevaban puestas coloridas máscaras y playeras alusivas a la lucha libre. Emocionados esperaron el inicio de las exhibiciones y el homenaje
al referee leonés "Chale" Armenta, además de Tinieblas Jr. y Alushe.
Misraim Macías Cervantes, director general del Instituto Municipal de la Juventud explicó que el municipio de León ha seguido fomentando este espacio de recreación y apreciación del arte entre el bulevar Mariano Escobedo, y el bulevar Miguel Alemán como estrategia de convivencia ciudadana.
"Buscamos que esto se convierta en un espacio seguro, yo recuerdo que esta era un área completamente gris en la cual se percibía mucha inseguridad y a través de esta es que viene gente y se toma fotografías y hay una exhibición gratis de Lucha Libre. Es una política muy acertada que satisface las necesidades de este tipo de espacios", comentó.
Explicó que la primer intervención hace dos años trató de pintar los murales con 37 intervenciones, la segunda fue renovarlos, y en esta tercera se realizó un mural adicional que representa a estas leyendas de la lucha libre mexicana. Además de 17 nuevas intervenciones con muñecos creados con base en diferentes técnicas de arte.
Fueron 15 artistas que participaron a través de una convocatoria para realizar estructuras de cartonería y alambre que representarían a estos icónicos luchadores, los cuales fueron caracterizados. Los murales fueron pintados por 12 miembros del mismo IMJU. Todo fue posible gracias a la inversión de hasta 100 mil pesos por parte del municipio.
Akan, luchador profesional originario de León compartió para Milenio su sentir al formar parte de estos personajes:
"Siempre va a ser un orgullo y una emoción muy grande porque la lucha libre es cultural, es para todo el mundo, un deporte muy mágico y es para mí un honor revivir un personaje chichimeca nativo de las tribus más peligrosas de Guanajuato".
Por su parte, el Karateka de la Muerte relató que después de 37 años de carrera es un honor tener su máscara pintada en su ciudad de origen:
"Muy emocionado, es el tercer año consecutivo en donde está mi mural, venimos con toda esta bonita afición de la lucha libre y para mí es un gran orgullo contar con este tipo de eventos y fomentar el deporte para todas las futuras generaciones de los niños".