Saúl Álvarez está convencido de que en el boxeo, los riesgos calculados no existen, pues un golpe puede llegar en cualquier momento, aterrizar en el lugar indicado y la pelea podría terminar.
“Quiero ser uno de los mejores peleadores. He trabajado fuerte en el gimnasio y por eso existe la confianza. Esta es la pelea que queríamos y estamos listos para el panorama que se presente. Tengo confianza en mis habilidades”, declaró el mexicano, quien llegará al ring del MGM Grand Garden Arena buscando convertirse en cuatro veces campeón mundial en igual número de divisiones, además del segundo pugilista en más de ocho décadas en ostentar tres títulos de tres pesos diferentes al mismo tiempo.
Por eso, ante Sergey Kovalev no hay confianza, pues las circunstancias que rodean la pelea dan un tinte mucho más peligroso. Primero, porque el campeón mide 10 centímetros más que él, lo que le da ventaja en alcance, además del peso, que de manera natural podría superar al tapatío con facilidad y por eso existe una cláusula de rehidratación que lo obliga a marcar hoy por la mañana 83.9 kilogramos como máximo (4.5 kg de más, respecto a la ceremonia de pesaje) para que no lo supere por mayor cantidad.
El mexicano, quien el último año ha oscilado entre las divisiones de los medios (72.5 kg) y los supermedios (76.2), explicó que para esta contienda trabajaron en el aumento de peso de una manera diferente, pues simplemente no hubo una deshidratación para poder cortar el excedente de peso, por lo que no hay un sacrificio que lo deje minado de cara a los 12 rounds.
“En esta ocasión se trabajó mucho más con pesas, pero solo lo suficiente para ganar un poco más de músculo, sin cortar la elasticidad y la velocidad. Es un buen reto y no podemos esperar a que llegue el momento de ver cómo adaptaremos la estrategia ante un peleador así”, explicó Eddie Reynoso, entrenador del Canelo Álvarez.
Del lado de Kovalev tampoco hay exceso de confianza, pues tanto el monarca ruso, como Buddy McGirt, su entrenador, reconocen en el mexicano elementos que lo hacen un rival al que hay que tenerle cuidado.
“Es un peleador joven, de buena velocidad, pegada y, sobre todo, mucha inteligencia arriba del ring. Dicen que yo tengo ventaja en el peso, el tamaño, pero se equivocan, pues lo que yo tengo de alto, él lo tiene de fortaleza. Yo hice el desgaste de cortar peso, él llega entero. Además, tiene mucha fortaleza”, describió el europeo, quien recalcó que si alguien está poniendo más sobre la línea es él.
Kovalev señaló que, para él, este duelo puede significar el siguiente parteaguas de su carrera, pues por un lado enfrentará al peleador mejor pagado del momento y que le dará una nueva vitrina, pero es consciente de que si llega a perder, su carrera podría acabar.
“Hay muchas cosas que Sergey aún tiene por ofrecer al boxeo, solo era necesario que se diera cuenta que son innatas. El problema es el rival, Canelo es muy hábil. Sabemos que hay riesgo, pero vale la pena arriesgar”, explicó McGirt, quien estará por tercera ocasión a cargo de la esquina del ruso.
Canelo pesó 72 kilogramos en su última contienda, pero al pelear ahora en la división de los 79.45, subirá más de 7 kg, lo que seguramente le restará velocidad, pero a cambio le dará una mejor resistencia. Esta noche se conocerá el resultado de su osadía.
Para esta contienda, el mexicano oriundo de Jalisco cobrará 35 millones de dólares como bolsa asegurada, mientras Sergey Kovalev recibirá el cheque más grande de su carrera, con un valor de 7 mdd.
En algunas peleas de respaldo de la cartelera, en calidad de preestelar, el mexicano-estadunidense Ryan García se medirá al pegador filipino Romero Duno por el título plata del Consejo Mundial de Boxeo, mientras las estadunidenses con sangre mexicana Seniesa Estrada y Marlen Esparza se enfrentarán en duelo por título interino mosca de la Asociación Mundial.