Don Cheno, ícono de la charrería

Desde muy pequeño se interesó por esta actividad de la que asegura estaba destinado. Actualmente su familia sigue sus pasos.

José Calixto Porras, ícono de la charrería en Tamaulipas (Foto/CORTESÍA)
Don Cheno de niño Foto: Cortesía
Sergio Sánchez
Tampico /

José Calixto Porras Holguín, es un ícono de la charrería en Tamaulipas, deporte que práctico por más de 40 años, dejando un gran legado a su descendencia, pero también aquellos que se animaron a conocer los secretos del más mexicano de los deportes.

Hablar de charrería le genera adrenalina pura, hace que su sangre hierva, que los recuerdos vengan como si fuera ayer a pesar del tiempo transcurrido. 

Cheno, es charro no porque lo haya heredado de familia, sino porque la vista lo enamoró desde que era niño.

¿Cómo nace el gusto por la charrería?

“Yo nací en Lerdo, Durango. Vivía frente a una familia que se dedicaban a arrendar caballos y uno de ellos era charro profesional, Salvador Barrera, que fue mi primer maestro él y Lencho Flores de San Luis Potosí ya con ellos empecé a ir a las charreadas desde chiquillo, a los trece años había potrancas que jinete a vamos, todavía no había lienzo, ni nada, eran puras jineteadas, no había nada. Ya después se hizo el lienzo de La Laguna y me invitaron charros a entrar y entré.  A los 14 años me tocó hacer el primer paso de la muerte pero en Lerdo donde era una plaza de toros y en la inauguración de lienzo de la Laguna, me tocó hacer el primer paso de la muerte que se hizo y ya con 15 años de edad y gané en esa jineteada de yegua”.

¿Cómo llegó a Tampico, a La Herradura?

“Por trabajo de Torreón me fui a Jiménez Chihuahua y con los charros de Jiménez, el 5 de mayo de 1965 fuimos a Tepic, ahí fue donde gané mi primer campeonato en manganas a pie, metí las tres con el tirón del ahorcado hice 42 puntos y en aquel tiempo era la puntuación más alta que había; de Jiménez volví a la Laguna también por trabajo, trabajaba en el Banco Agrícola; estando con la Laguna fui a un congreso nacional en Juárez donde quedamos subcampeones pero yo en lo personal fui campeón nacional hice 60 puntos yo solo, y también me tocó hacer la terna, de ahí me vine a trabajar aquí a Tampico y entré con La Herradura que fue donde más he estado donde más me encariñe. Tuve la suerte de tener un arreador que para mí es el mejor que he tenido que es Juan Nader"

¿Qué te ha dado la charrería?

“Muchos amigos, mucha alegría dentro del anillo, me dio mucha felicidad con mi familia, que a mi familia a todos les ha gustado la charrería, mis tres hijas fueron parte de la escaramuza, tengo un nieto que charrea muy bien, me dio muchas satisfacciones dentro del anillo.

¿Qué representa portar el traje de charro?

“Es una de las cosas más bonitas y de lo que te puede sentir más orgulloso. Para mí, vestirme de charro y dentro de un lienzo y ejecutar una suerte charra, es una de las alegrías más grandes que he tenido. Portar el traje de charro, es portar a todo México. Es sentirte, aparte de muy hombre, sentirte muy mexicano”.

¿Cuál ha sido tu mejor momento en la charrería?

“Fue en Toluca donde metí las tres manganas a pie pero estaba haciendo mucho frío, yo nunca he usado manilla y la soga estaba muy dura; ya para las de a caballo, estaba muy dura, muy seca y metí también de tres pero dos de ellas no las pude amarrar y nada más tumbe una. Es una satisfacción muy grande meter las seis manganas en un evento nacional aunque no las haya terminado”.


ELGH 

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