En estos tiempos de encierro por pandemia, o en temporadas como la muy reciente decembrina, que nos llevan al reencuentro con la familia, la celebración y la ansiedad de iniciar nuevos retos y objetivos, son algunos elementos que nuestro cerebro transforma en la necesidad de comer cualquier alimento que se presente bajo el umbral de nuestra mirada, no obstante, sobrepasar los límites recomendados de cantidades en los alimentos que consumimos, pueden devenir en una sensación de culpa, con el riesgo de implementar dietas que sean gravemente dañinas para la salud.
La especialista en Psicología de la Salud, investigadora perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores y académica de la Universidad Autónoma del Estado de México, Ana Ruíz, aseveró que la sensación de culpa se origina por conceptos que tiene la población para decidir que un alimento es de buena calidad o mala calidad, es decir, se piensa que existe comida buena o mala que podría perjudicar o contribuir al bienestar de la salud física, “al consumir un alimento que creemos que es malo o prohibido, tendemos a desarrollar emociones negativas que nos provocan sensación de culpa”.
De acuerdo con lo anterior, el sentimiento de malestar relacionado con el consumo de alimentos “prohibidos” puede traducirse en sensaciones como irritabilidad, mal humor, frustración, ansiedad, nerviosismo, entre otros, por lo cual, mencionó, el ser humano tiende a castigarse al imponer ciertas acciones como lo son las dietas restrictivas y la realización de ejercicio excesivo que incluso al no hacerlo con la ayuda de un especialista, puede llegar a perjudicar a quien lo aplica en su rutina.
Según la nutrióloga y académica de la Facultad de Medicina de laUAEMéx, MarcelaHernández, una vez que hemos tenido una temporada de excesos voluntarios en cuestiones de comida, lo importante es regresar a una alimentación apropiada con base en nuestras condiciones, para efectos de poder perder los kilos que se ganaron durante el mes de diciembre, “para que una persona pierda medio kilo, un kilo o dos que se hayan agregado a nuestro cuerpo, debe de comprender que el proceso será pausado, no se puede bajar los kilos en un tiempo corto, ya que podría perjudicar a la salud de quien lo fuerce, pues regularmente, las dietas de pérdida de peso de manera rápida no se encuentran balanceadas”.
Aseguró que lo que la nutrición considera más apropiado es que se pierda un promedio por semana de entre 350 gramos a 500 gramos, además -añadió- se debe evitar el seguimiento de dietas expuestas en internet, especialmente si la persona padece de alguna enfermedad complicada,“las dietas que se encuentran en internet, para bajar rápido de peso, tiene un aproximado de 1500 a 1550 calorías, su seguimiento puede funcionar en una persona sana, pero en personas con enfermedades delicadas como problemas de tiroides, diabetes, hipertensión, no son adecuadas, por eso, recomiendo que no se tenga acceso a ellas”.
Resaltó que someterse a una dieta restrictiva de internet o redes sociales, podría generar descompensaciones graves en el cuerpo, en tanto que “por ser desbalanceadas, porque buscan que la gente pierda peso muy rápidamente, solamente hará que el que la consuma no pierda grasa sino agua, son dietas que nos deshidratan, con graves riesgos de descompensación en los riñones, en la presión arterial y afecta el nivel de azúcar en la sangre, incluso podría hacer que la persona llegue al hospital”.
Señaló que el tiempo ideal para perder el peso acumula- do es de cuatro a ocho semanas, con la finalidad de que el cuerpo no sufra afectaciones, por lo cual recomendó un régimen de dieta que conserve las porciones adecuadas de consumo, dentro de las cuales se encuentren alimentos altos de fibra, bajos en grasa y carbohidratos.
¿Cuál es la dieta ideal para adultos sin una enfermedad?
“Se recomienda que quien no tiene ninguna enfermedad complicada y tiene entre uno y cuatro kilogramos de más, disminuya lo mínimo posible a los alimentos naturalmente grasosos, que sean fritos, capeados, empanizados o gratinados. Asimismo, se debe disminuir a prácticamente nada el consumo de pan blanco y pan dulce, con la recomendación de comer solamente una pieza por día. En cuanto al consumo de tortillas, está bien reducirlas a dos o una como máximo y aumentar las verduras en cualquier cantidad tanto en la mañana, la tarde y la noche, a excepción de los tubérculos como las papas y el betabel por su alta concentración de almidón y carbohidratos”.
¿Cuál es el consumo ideal para bajar de peso?
“Hay gente que piensa que las frutas por ser un alimento considerado como nutritivo, se puede consumir en cualquier cantidad, sin embargo cuando estamos en un régimen dietético para bajar de peso, se debe limitar el consumo a dos tazas de fruta o dos piezas de fruta al día, sin importar cuáles son, pueden ser manzanas, plátanos, piña, entre otras. Respecto a las botanas, es necesario reducirlas a lo mínimo o no consumirlas para nada durante las cuatro u ocho semanas”.
¿Existe una dieta especial enfocada a niños?
“Los niños tienen un comportamiento distinto en el cuerpo dependiendo de la edad que tengan, así mismo debe consumir lo suficiente para mantenerse sano, para crecer y tener reservas, a ningún niño se le debe poner a dieta, lo que se recomienda cuando un niño ha subido de peso es, ponerlo con las mismas restricciones anteriores, consumir la cantidad necesaria de proteína, pero incentivarlo a realizar un programa de ejercicio para que contribuya a regresar a su peso”.
¿El ejercicio es fundamental para bajar de peso?
“Sí, no solamente se debe dejar el trabajo a la dieta, se debe realizar ejercicio. Para personas que tienen una reducida actividad física por condiciones de salud y edad, se recomienda que hagan entre 6 mil a 8 mil pasos al día, para aquellos que sí tengan una condición estable, deben hacer entre 8 mil a 10 mil pasos diarios. Esto nos ayudará a regresar al peso con mayor seguridad y en el tiempo estimado”.
Finalmente puntualizó que en cualquier época del año se debe cuidar el tamaño de las porciones, “no es lo mismo a que nos comamos media hamburguesa a comernos la hamburguesa entera y la frecuencia con la que me la como, puedo comer los alimentos que se consideran chatarra sin problema, siempre y cuando no genere un hábito con ellos, es decir, comerlos una vez o dos veces al mes, estará bien, no diario o constantemente en la semana”.
KVS