El futbol le hace justicia al Liverpool

Champions. Luego de perder la Premier, el Liverpool conquistó ayer la Liga de Campeones de Europa.

El Liverpool se impuso en la Final inglesa al Tottenham.
Agencias
Madrid, Esp. /

Al Liverpool de Jürgen Klopp el futbol le hizo justicia. Y lo hizo en una de las tardes más discretas de los Reds. Porque el Liverpool ganó está Champions League sin ser el Liverpool de los últimos cuatro años, el del sello eléctrico y vertiginoso que caracteriza al entrenador alemán; fue, en el mejor de los casos, un equipo práctico que supo sacarle renta a un gol tempranero, administró su ventaja y luego remató. Al final, el 2-0 sobre el Tottenham nadie lo discute; al contrario, se aplaude al nuevo monarca de Europa.

Porque el Liverpool protagonizó este año futbolístico una de esas historias que merecían una revancha futbolística, un final feliz, no uno amargo y descorazonador. Porque nadie olvida que hace tres semanas, se quedó a un punto de romper una sequía de 29 años sin conseguir el título de la Premier League. Pero el Manchester City de Guardiola lo dejó en la lona pese a que sumó 97 puntos y solo perdió una vez. Quedaba la Champions League y aquí no falló.

El Liverpool se impuso en la Final inglesa a un Tottenham que quedó corto en sus aspiraciones de coronarse por primera vez en el torneo continental. Eso sí, ambos equipos dejaron el dramatismo en sus series de semifinales, en las que hicieron un ejercicio de fe para llegar a la cita en el estadio Metropolitano de Madrid.

Ayer no hubo drama. Fue un juego trabado, por momentos muy insípido, en el que salió a relucir la experiencia de un Liverpool que el año pasado se quedó en la orilla frente al Real Madrid. Ahora no cometió errores. Fue práctico y la Orejona lucirá en su vitrina.

Un penal de vestidor

La revancha de Mohamed Salah llegó al minuto con 49 segundos. El egipcio tomó la pelota y espero que el árbitro consultara al VAR para validar un penal que había marcado casi al arranque del juego. Sí, había falta a favor del Liverpool y Salah era el elegido para ejecutarlo. Y el delantero no falló.

Así, al arranque del juego, el egipcio se sacudió el triste recuerdo de Kiev, cuando hace un año ante el Madrid salió de cambio por lesión. Ahora, la historia se inclinaba de su lado.

Pero el gol de Salah, lejos de agitar el encuentro lo adormeció. Tuvo un efecto sedante para dos equipos que presumían de tener las mejores transiciones de la competición. De jugar a todo ritmo. De ejercer una presión asfixiante sobre el rival.

Nada de eso. El gol encajado asustó al Tottenham, invadido por la imprecisión y por el temor a encajar un nuevo revés que fuera definitivo. El Liverpool, lejos de intentar aprovechar las dudas de un rival atemorizado, optó por especular, por adormecer el juego, agotar el tiempo y jugar al fallo del rival.

Nada había tenido que ver el Liverpool con el que destrozó al Barcelona en semifinales. Tampoco hubo noticias del Tottenham plagado de recursos que aniquiló al Ajax en Ámsterdam. Esas exhibiciones quedaron más para el recuerdo que la misma Final, de la que solo se hablará por el resultado.

Se desató el Tottenham al final. Encerró al Liverpool en su área y encontró ocasiones de sobra para llevar el choque a la prórroga. Primero con un tiro del surcoreano Son Heung Min y acto seguido de Lucas Moura. Bajo palos se topó con Alisson, una garantía. Son tuvo otra después, pero el meta brasileño otra vez estuvo oportuno para evitar la caída de su portería.

En pleno entusiasmo londinense, con Llorente ya en el campo ante la desesperación de una igualada que no llegaba, Origi evitó la zozobra y la posibilidad de la prórroga al superar a Lloris con un tiro cruzado, rubricar la final y ensanchar la historia del Liverpool, al que el futbol no abandonó en esta temporada, pues como bien se dice, este equipo Nunca caminará solo.

El más rápido

El penal sancionado a favor del Liverpool, apenas a los 30 segundos, ha sido el más rápido en la historia de la Champions.

La sexta

Con el título de ayer, el Liverpool se despegó del Bayern Múnich y el Barcelona son seis Orejonas; está a uno del AC Milán.

Alisson Becker

Portero del Liverpool

El brasileño fue una de las figuras del Liverpool; si bien no fue exigido en la mayor parte del partido, en los últimos 20 minutos se convirtió en factor para aguantar la ventaja de su equipo. Borró el recuerdo de la mala actuación de Karius en Kiev.

Harry Kane

Delantero del Tottenham

Pochettino decidió que no podía salir en esta final sin el emblema de su equipo: Harry Kane. Sin embargo, el delantero inglés se vio fuera de ritmo, producto de la lesión que lo tuvo parado casi dos meses. Sacrificó a Moura, quien tenía mejor ritmo.


LAS MÁS VISTAS