La pandemia por covid-19 tiene en jaque a distintas escuelas de taekwondo que se vieron obligadas a cerrar desde que se decretó la cuarentena en la República Mexicana a mediados de marzo.
Los encargados de administrar todos estos negocios han tenido que buscar la forma de seguir manteniendo activo su establecimiento en lo que les autorizan la reapertura de las instalaciones; sin embargo, tristemente en algunos casos cerrar ha sido la mejor opción.
En la Ciudad de México existen 670 escuelas o gimnasios que se encargan de impartir específicamente un deporte, por ejemplo, el taekwondo, y la cuarentena ha provocado que el 20 por ciento de ese total (más de 130) haya tenido que cerrar por la falta de ingresos para pagar la renta, el mantenimiento y todas las operaciones necesarias.
“Los que pagan renta ya están tronados y no pueden aguantar más. Aunque los arrendatarios han sido conscientes, quieren al menos la mitad, y en lo que se refiere al personal se han tomado dos decisiones, la primera es la no contratación de ciertas personas, como las de intendencia. En lo personal yo tengo dos profesores que al principio les estaba pagando su sueldo como era, pero ahora llegamos a un acuerdo que es a la mitad, y si esto se prolonga, no les podré pagar, pues lo que más puedo aguantar es hasta el mes de junio”, declaró el profesor de taekwondo Ángel Sanabria.
La renta de un gimnasio de taekwondo oscila entre los 12 y los 40 mil pesos, y a ello deben sumarse los gastos necesarios para operar el mismo.
“La renta que se paga en la Ciudad de México depende del espacio y de la zona, por ejemplo, el alquiler en Iztapalapa de un dojang chico, de 80 metros cuadrados, te sale de 12 a 14 mil pesos”, dijo Sanabria.
“Hace poco acaba de cerrar un profesor su escuela que estaba ubicada en un centro comercial de San Jerónimo. Él tenía un espacio de casi 200 metros cuadrados en dos niveles y pagaba 40 mil pesos mensuales, entonces, la cotización del metro cuadrado depende de la zona. Pero el 70 por ciento de gimnasios está pagando una renta entre 8 y 14 mil pesos”, aseguró.
Los problemas más grandes los enfrentan aquellos que contaban con ventajas: “Ahorita están cerrando los que tienen rentas más fuertes, estamos hablando de un 20 por ciento, pero si esto se extiende hasta septiembre, será un 60 por ciento el que cerrará, y estamos hablando de irnos a una crisis, porque entonces se estará generando un desempleo total”, advirtió.
Los dueños de este tipo de negocios no pueden obligar a un alumno a continuar pagando la colegiatura, porque, obviamente, tampoco les están ofreciendo ningún servicio.
“Algunos profesores han estado dando clases en línea, pero del 100 por ciento de los alumnos, solo el 30 se conecta. Al principio sí apoyaban más, pero también hay que entender que la crisis no es nada más para los gimnasios, sino en general, entonces la gente empieza a ahorrar, no quiere pagar colegiaturas”, dice.
Y hay otro problema
Además de la obligación de cerrar, tienen ahora otro rival: “Se ha inundado a internet con entrenamientos, entonces ya no hay necesidad de que tengas un asesor y los alumnos así lo sienten, entonces ya no ven la necesidad de pagarle a un profesor, y esto está ocasionando apatía, primero por su economía y segundo porque sienten que no se les brinda un servicio”, señaló el profesor, quien también es presidente de la Asociación Capitalina de Taekwondo.