En mayo de 1952 se inauguró el estadio Olímpico Ignacio Zaragoza para albergar los juegos del club de béisbol Pericos de Puebla.
El inmueble, que se localiza en la ZONA CÍvica 5 de Mayo, debajo del cerro de Loreto y Guadalupe y a un costado del lago artificial “La Concordia”, fue inaugurado por Carlos I. Betancourt, gobernador del estado en ese entonces, por lo que serviría como sede para realizar eventos de diferente índole y con un cupo para 25 mil aficionados.
El estadio Zaragoza está ubicado en el Barrio de Xanetla y lleva el título de olímpico —este sí con fundamento, y no como el Universitario de la UAP— porque recibió algunas justas deportivas enmarcadas en los Juegos Olímpicos de México 1968, obteniendo la categoría de olímpico, 16 años después de su apertura.
Cabe señalar que aunque se maneja que el recinto se inauguró para la celebración de los II Juegos Juveniles Nacionales, esto es falso ya que dicha ceremonia se realizó hasta noviembre de ese mismo año pero en el estadio Olímpico Universitario (inicialmente llamado estadio de Ciudad Universitaria, y a veces referido como estadio México 68), ubicado en Ciudad de México. Ese acto estuvo encabezado por el presidente Miguel Alemán y el rector Luis Garrido.
En este escenario poblano, los emplumados disputaron sus cotejos en la década de los cincuenta en la Liga Invernal Veracruzana y en su regreso a la Liga Mexicana en los años 60.
La plantilla de aquel entonces fue la siguiente: Chuck Genovés, que estaba como mánager y short stop; Al Grunwald, primera base y también pitcher; José Bache, en la intermedia; Ponpa Olvera, en la esquina caliente; los outfield eran cubiertos por Alejandro “Cañitas” Moreno, Gustavo Fernández, Chuck Buheller y Otilio Cruz.
El cuerpo de lanzadores estaba integrado por Michel Gabes, Memo López, Ramiro Caballero, “Indio” Beltrán, Emilio Ferrer y Porfirio Castillo; mientras que la receptoría estaba a cargo de Bob Knock.
A estos jugadores se unieron Budddy Baker y Charles Drummond; y para la recta final de la temporada les llegó George y Esteve Boros del Azteca y el México, respectivamente, equipos de los que era dueño Alejo Peralta y Díaz Ceballos. A pesar de tener un equipo plagado de estrellas, el equipo de Puebla quedó en último lugar.
El estadio Zaragoza, como se le conoce comúnmente, albergó a la franela verde hasta la culminación de la campaña 1969 cuando se salieron de la Liga Mexicana; regresando al mismo escenario en 1972.
Un año después, se llevó la construcción del nuevo nido verde, el parque Hermanos Serdán, el cual fue diseñado por el arquitecto Guillermo Bianchini.
La inauguración del parque, localizado en la colonia Maravillas, se dio el 16 de junio de 1973 con el duelo ante los Piratas de Sabinas. Los emplumados arrancaron con el pie derecho en su nueva casa al derrotar a los de Coahuila por pizarra de 6-0.
A la par, este espacio multideportivo albergó a partir de 1964 al club de futbol Puebla, esto tras su retorno al futbol profesional.
Los Camoteros utilizaron este estadio por cuatro años jugando entonces en la Segunda División. En 1968, los de la Franja se mudaron al estadio Cuauhtémoc.
Tras el traspaso de ambos clubes profesionales a nuevos escenarios, en la década de los setentas el estadio quedó en un abandono sustancial y se ocupaba para realizar eventos políticos, religiosos o conciertos. Además, la XXV Zona Militar lo utilizó durante casi cuatro décadas como la sede del sorteo para el Servicio Militar Nacional (SMN).
Recibió a la “reina”
En el ámbito musical, el 17 y el 18 de octubre de 1981, en dicho recinto se presentó la banda británica Queen, donde se registró un contratiempo en su primer concierto, ya que el público lanzó objetos al escenario molestos por lo que consideraron una mofa al país por parte de Freddie Mercury al salir al escenario tras una pausa con un sombrero grande de palma.
La gente le lanzó zapatos y pilas, acompañados de chiflidos, siendo la reacción del vocalista al término del tema “God Save The Queen”:
“Muchas gracias Puebla, México. Thank you for the shoes. Adiós amigos ¡Your mother fucker! You bunch of tacos, good bye!”.
Dos años después, el 24 de febrero de 1983, durante la presentación del grupo Menudo, tres personas murieron y 35 resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad, arrollados por el público que pretendía abandonar el lugar debido a que un grupo de personas empezó a lanzar botellas y a que otros más intentaron dar un portazo para ingresar tumbando una de las dos hojas del zaguán frontal.
Ese mismo año, este escenario albergó un concierto del cantautor cubano Pablo Milanés, organizado por la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
En la década de los 90, este escenario albergó algunos equipos de Tercera y Segunda División, entre ellos las Águilas de la Upaep y las filiales del Puebla.
En 1999, volvió al futbol de ascenso cuando por dos años los extintos Lobos UAP lo ocuparon cuando militaron en la liga de plata.
Sin embargo, en tiempos recientes cayó en desuso en lo deportivo y se rentó para la realización de mítines políticos, como cierres de campaña, y reuniones religiosas.
El 5 de mayo de 2012, dentro de los festejos por la conmemoración del 150 aniversario de la Batalla de Puebla, el gobierno encabezado entonces por el ya fallecido Rafael Moreno Valle Rosas reinauguró el inmueble, al que le colocaron una nueva fachada acorde a la remodelación del Parque de los Fuertes.
Se trata de una fachada de 480 metros de largo por 15 metros de alto de precolados de concreto blanco cincelado de planta triangular de una sola pieza. Los precolados se hicieron en tres tipos y se colocaron separados de la fachada existente y entre sí, permitiendo el paso de la iluminación. En una sección de la fachada se colocaron precolados que forman una gran pantalla para proyectar imágenes a gran escala. La quinta fachada del estadio se percibe desde los Fuertes, especialmente desde los miradores de madera que entonces se colocaron. El edificio limita al noreste con el nuevo parque por lo que se colocó un talud de pasto que da continuidad al jardín 2.
AFM