En los últimos años, Antonio Brown se ha caracterizado por ser un jugador polémico y que ha dado más de qué hablar por sus actitudes y escándalos que por su juego, el cual se mantiene en términos más que aceptables.
Y es que el receptor de 34 años, que está en una pausa indefinida en su carrera, sacó a relucir su lado arrogante y habló del que considera que es el error más grande que ha cometido en su carrera.
Y no se trata de alguna de sus exhibiciones extra-cancha o sus indisciplinas hechas en el emparrillado. Fiel a su estilo y con soberbia, AB aseguró que se arrepiente de no poder verse a sí mismo jugar en la NFL, como un aficionado promedio llegó a hacer en el pasado.
“El mayor arrepentimiento de mi carrera no es llamar a mi gerente general ‘drogadicto’, llegar tarde al campamento de los Raiders en un globo con una quemadura en el pie, lanzar rocas a un conductor de UPS, definitivamente no es quitarme el uniforme y hacer una vuelta de la victoria en el estadio de los Jets durante la mitad de un juego”, comenzó el receptor en una publicación en Twitter, antes de continuar con un comentario que habrá hecho que más de uno levantase la ceja.
“Mi mayor arrepentimiento es que nunca me veré, a Antonio Brown, jugar un partido en vivo. Puedo ver un partido después, pero no puedo imaginar lo que se siente ver algo así. Es como ver a The Beatles o Jesús tocar en Red Rocks”, dijo Antonio Brown, en una frase que recuerda mucho a John Lennon, cuando dijo que el cuarteto de Liverpool era más famoso que Jesucristo.
Y es que desde su salida de los Pittsburgh Steelers en 2018, Antonio Brown no ha hecho más que hacer polémica, como su canje con los Raiders de Las Vegas, su negativa ante los cascos, el uso de un certificado falso de vacunación y sus problemas con el ex head coach de los Tampa Bay Buccaneers, Bruce Arians. Incluso se apareció en el Super Bowl LVI en Los Ángeles junto a Kayne West.
Tal parece que, ni aunque ofrezcan millones para que lo contraten, un equipo se anime a unirlo a su roster... por ahora.
OMCS