DeAndre Baker, uno de los dos jugadores de la NFL que recibieron órdenes de aprehensión en Florida, se entregó voluntariamente este sábado a la cárcel del Condado de Broward, informó su abogado, Bradford Cohen.
Cuatro cargos por robo con arma de fuego y cuatro cargos más por asalto agravado con arma de fuego fueron colocados contra Baker, esquinero de los New York Giants, y Quinton Dunbar, esquinero de los Seattle Seahawks, por un presunto incidente que habría sucedido el miércoles por la noche en una fiesta.
Dunbar no se entregó, y según su abogado, Michael Grieco, no ha decidido si lo hará ni cuándo lo haría.
Según la orden de arresto, Baker y Dunbar están acusados de robar dinero usando fuerza mientras estaban armados con pistolas semiautomáticas. En el documento se indica que Baker amenazó intencionalmente a las víctimas con un arma de fuego.
El abogado Cohen, sin embargo, confirmó en una publicación de Instagram que Baker ya se entregó. “Creemos que nuestro cliente es inocente de todos los cargos”, dijo Cohen. “Instamos a las personas a que no se apresuren a juzgar. Tenemos declaraciones juradas de varios testigos que exoneran a mi cliente”, aseguró.
“Nadie está huyendo de esto”, dijo Grieco a la pierna estadunidense. “Mi cliente es inocente. No quiero que pase un minuto en la cárcel por esto. Si decidimos que se entregará, lo hará. Pero el Departamento de Policía de Miramar está comprometido con este caso porque se está haciendo público”.
El Departamento de Policía de Miramar, sin embargo, ha insistido en recalcar que no está tratando a Baker y a Dunbar de manera diferente a la que tomaría contra cualquier otro sospechoso.
FCM