Ernesto Miguel, el mellizo poco conocido del 'Piojo' Herrera

El ex entrenador del América habló del 'cuate' que tiene, quien tiene su mismo nombre pero invertido.

Ernesto Miguel, el mellizo del Piojo Herrera (Imago7)
Ciudad de México /

Muy poco conocemos de la vida privada de Miguel Herrera, aunque en ocasiones se llega a hablar de su hija Mishelle, quien más ha dado de qué hablar cuando se trata de defender a su papá, también sabemos que está casado con Claudia Álvarez, con quien también procreó a Tamara.

Sin embargo, unos cuantos tienen conocimiento que el ex director técnico del América tiene seis hermanos, siendo el tercer hijo del primer matrimonio de su madre, ya que ella más adelante se volvió a casar.

Soy el tercer hijo de seis, con mi hermano, somos el tercer embarazo de mi mamá, de su primer matrimonio fuimos cuatro, dos hermanas mayores, mi hermano y yo, después dos hermanas más chicas”, declaró Herrera Aguirre para el canal de YouTube de Mara Patricia Castañeda.

El Piojo cuenta con un hermano gemelo que se llama igual que él pero invertido, Ernesto Miguel, con quien aseguró es muy diferente, pues él es más alto y ya tiene el cabello canoso.

Tengo un cuate, somos muy distintos, él es un poquito más grande, él ya ahorita tiene el pelo blanco; yo hasta lo bromeo porque le digo a mi mamá ‘¿y si nos dejarán entrar con mi tío a los lugares?’, ‘¿cuál tío? Es tu hermano’; nos burlamos, pero somos una familia muy muégano”.

Herrera tuvo una charla muy íntima con la periodista de espectáculos, debido a que contó que fue su mamá y su abuela quienes sacaron adelante a su hermana, su mellizo y a él, pues su padre los abandonó cuando eran niños.

“Se salió a comprar cigarros, como dicen, sigue comprando cigarros, yo creo que no se los vendieron, sigue buscando donde se los vendan”, bromeó al hablar de su padre biológico.

Algún día se fue de la casa y nos dejó chiquitos, mi mamá y mi abuela nos sacaron adelante, después mi mamá se vuelve a casar, por eso mi admiración grande a mi papá, al que yo le digo papá, Eduardo, porque yo siempre he dicho no es fácil tomar a una mujer que tiene cuatro hijos; es algo de admirarse, él siempre estuvo presente para nosotros, lo quisimos como un papá”, expresó.

Eduardo, la figura paterna de Miguel Herrera

La segunda pareja de su madre, Eduardo Horta, quien falleció en 2016, fue la persona que vio cómo su figura paterna debido a que él le enseñó todo lo que aprendió y sobre todo que lo llevó a los estadios, pues desde pequeño, Miguel Herrera siempre fue aficionado al futbol.

“Muchas mujeres, somos una familia que salió adelante por dos mujeres extraordinarias, después viene a la que yo tenía, porque ya se nos adelantó en el camino, a la figura paterna que es el segundo matrimonio de mi mamá, Eduardo”, comentó.

Y agregó que: “hoy en día, esa es mi figura paterna, todo lo que aprendí, me llevaba al futbol, aunque yo siempre vivía pegada a una pelota, pero él me llevaba a los estadios”.

El día que los Reyes Magos se confundieron de regalos

El Piojo Herrera recuerda que en su familia nunca hubo regalos de Santa Claus, ya que desde pequeños la gran ilusión han sido los Reyes Magos, a quienes “hasta la fecha ponemos nuestro zapatito”.

De ellos tiene un gran recuerdo, pues cuando era pequeño, su hermano y él pidieron cosas muy diferentes en su carta, pero al despertar se llevaron una desilusión al ver que los Reyes trajeron los regalos pero estaban invertidos.

“Siempre pedía un balón, zapatos de futbol, guantes de portero; un día fue una situación muy curiosa porque los Reyes Magos tuvieron un error en nuestra casa, mi hermano pidió una guitarra, a él le gustaba mucho tocar la guitarra, estaba aprendiendo, yo pedí mi balón y mis zapatos de futbol, cuando nos despertamos vamos a ver nuestros zapatos y en mi zapato había una guitarra y en el de mi hermano había un balón con unos guantes de futbol, nos quedamos viendo, pues ya nos los trajeron así”, relató Herrera.

Aunque en un inicio se intercambiaban los regalos, llegó un día en el que su hermano Ernesto y él decidieron cambiar los obsequios, pues Miguel quería el balón y su hermano la guitarra.

“Al principio si nos los prestábamos, hasta que decidimos escribirle una carta a los Reyes y decirles que se había equivocado y que cada quien tenía su regalo diferente, nos lo cambiamos, pero fue vaciadísimo porque una semana vivimos peleando por los regalos equivocados”, finalizó.

ZZM

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