La historia del Barcelona en los tiempos de la dictadura de Francisco Franco tiene muchos tintes un poco desfavorables, pues mucho se ha hablado de cómo el franquismo benefició al Real Madrid, uno de los equipos más grandes de La Liga.
Abordaremos una peculiar historia sobre la muerte de Josep Sunyol, ex presidente del Barcelona en 1935 que fue fusilado en el Alto del León del Guadarrama madrileño a manos de un grupo enemigo.
En 1930, Sunyol fundó el semanario deportivo La Rambla, donde compartían en directo los resultados del Barcelona. En 1936 fue elegido también para el Congreso de los Diputados y señaló que dejaría la presidencia del club blaugrana, sin embargo fue fusilado antes de hacerlo.
RUMORES
Sobre lo ocurrido hay varias versiones, aunque uno de los datos que se mantienen es que Sunyol viajaba en un coche junto a otros oficiales republicanos que se encontraron con un grupo enemigo que -como acostumbraban- fusiló a 'casi' todos.
Una versión señala que Sunyol era delegado en Madrid de la Generalitat (sistema institucional de Catauña), e iba a arengar a las tropas republicanas, llevando 50 mil pesetas para pagarles, otra versión, avalada por el histórico azulgrana Rossend Calvet, señala que ese dinero era para fichar a varios jugadores del Oviedo, y que Sunyol, estando mal informado sobre el estado del frente, pretendía llegar allí.
Otros relatos alude a que desde el coche lanzaron un saludo de "viva la República" al grupo armado que les detuvo, también se dice que el coche llevaba un banderín catalán; aunque cabe destacar que sea cual sea la versión oficial, probablemente los responsables no supieron que habían fusilado al presidente del Barça.
Hasta la fecha, el Barcelona continúa guardando la memoria del ex presidente; en 1996 se erigió un monolito cerca de donde fue ejecutado, mientras un palco del Camp Nou lleva su nombre.
LOS REPUBLICANOS
Durante la Guerra Civil Española, el bando republicano estuvo constituido en torno al Gobierno, formado por el Frente Popular, que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos -Izquierda Republicana y Unión Republicana- con el Partido Socialista Obrero Español, a la que se habían sumado los partidos que defendían los ideales marxistas-leninistas.
Asimismo, era apoyado por el movimiento obrero y los sindicatos UGT y CNT, los cuales también perseguían realizar la revolución social. Por lo tanto, los republicanos eran oficialmente opositores del partido en el poder, o sea, del Franquismo.
FCM