Gino Bartali, quien se adentró en el mundo del ciclismo a partir de los 13 años, logró convertirse en un gran atleta, pues 11 años más tarde consiguió ganar el Tour de Francia, sin embargo, eso no fue lo más impresionante de su carrera y es que tiempo después se convertiría en un héroe para más de 800 personas.
Para el año 1939, en plena Segunda Guerra Mundial, Bartali era considerado ciclista de régimen, pues mantenía todos sus entrenamientos durante el conflicto, sin inconvenientes por parte de las autoridades, situación que aprovechó para contribuir en ayudar a aquellos judíos que vivían en su país.
Todas las mañanas, Gino recorría más de 300 kilómetros con pasaportes y documentación falsa para entregarla a todos los judíos que se encontraban escondidos en conventos franciscanos de Asís, pues con estos papeles, lograban eludir la deportación a los campos de concentración de Alemania.
Sin embargo, no fue hasta el 2003, tres años después de su fallecimiento, cuando se dio a conocer esta información, pues el hijo de su compañero Giorgio Nissim con el que organizaba todo, lo descubrió en su diario, donde especificaba a detalle cómo funcionaba la red clandestina.
Pues contaba con un gran secreto que hacía pasar a Bartali totalmente desaparecido de las autoridades locales, ya que el ciclista salía a las calles con unas llamativas camisetas, que tenían un símbolo, que estaba unido a la DELASEM, organización de Italia que ayudaba a todos los judíos en dicha época, por lo que logró llevar su cometido sin ningún problema.
JMRS