Heredero de una pasión por el ajedrez, misma que comparte prácticamente desde la cuna con su hermana, la también campeona nacional e internacional Diana Real, es como Jerónimo Real Pereyra, estudiante de 22 años de la Facultad de Inteligencia de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, vive en su día a día, entre clases y competencias que lo han encumbrado como el mejor del país en repetidas ocasiones.
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Afición que no sólo le abrió las puertas a la que es desde hace siete años su alma mater, sino también le ha servido para combinar sus cualidades que lo encaminan a ser un profesionista de alto nivel, sin olvidar que entre torres, peones, caballos y reyes, ha sabido desarrollar todo su potencial.
¿Cómo surge tu afición por el deporte ciencia?
“Mi papá nos enseñó desde pequeños, él se dio cuenta que el ajedrez es una herramienta pedagógica gigante, la mejor, él con esa idea nos enseñó ajedrez, algo que nos gustó, comenzó la pequeña rivalidad entre hermanos, yo siendo el menor, así es que jugábamos bastante”.
¿Qué recuerdas de esa primera experiencia?
“Tenía como seis o siete años, máximo, hubo un torneo en Mérida, yo soy de allá, lo jugué en categoría de niños, lo gané, me dieron un trofeo, en mi mente de niño pensé que era un trofeo de oro, para mí fue algo muy importante, para un niño es muy grato que lo reconozcan, sobre todo con un trofeo, ahí nació una relación que sigue hoy en día con el ajedrez”.
¿Cómo fuiste perfeccionando tus conocimientos en ajedrez?
“En Yucatán se apoya mucho al deporte, desde que me vieron me invitaron a un centro de alto rendimiento, donde me prepararon para la Olimpiada Nacional, siempre entrené con niños muy buenos, tuve escuela y apoyo, fui a torneos nacionales. Para la Olimpiada Nacional entrenábamos cuatro horas, era bastante, muchos vivíamos lejos del complejo, la Olimpiada fue una etapa muy bonita, porque éramos adolescentes pero teníamos amigos de todo el país, que compartíamos algo que nos gustaba”.
¿Cuáles fueron tus logros dentro de la Olimpiada Nacional?
“Fui a la Olimpiada Nacional del 2014, ahí saqué dos oros en el blitz, en varonil y mixto, teníamos una cuota de medallas y justo se alcanzó con esas dos, fue mucha emoción para el equipo, no fueron sólo mis medallas. También jugué en Monterrey en 2015, ahí gané tres bronces, también fui a una tercera, pero las cosas no salieron bien, me fue bastante mal, pero es de la que más aprendí, no me pesa, agradezco mucho la experiencia”.
¿Cómo se dio tu internacionalización?
“La más significativa fue en casa, en Mérida, trajeron a la campeona, ya hoy no juega, pero era la primera rankeada en femenil en todo el mundo, la llevaron a jugar partidas de exhibición, jugué con ella, con muchos nervios por enfrentar a una leyenda viviente, pero en un descuido aproveché la oportunidad y le terminé ganando, fui el único que le pudo ganar, fue muy bonito, desde la humildad, yo pienso que el ajedrez es muy humilde y siempre se habla con respeto de los jugadores que son más fuertes que uno, fue una experiencia muy bonita el jugar con la femenil número uno, sobre todo ganarle”.
¿Cómo es que llegas a Puebla, al Tec de Monterrey?
“Ya voy para siete años en esta casa, una escuela que confió en mí, soy consciente de ello porque era niño, tenía quince años, porque aunque veas que un niño es bueno, no sabes si se va a estancar o a ser el mejor del mundo, el Tec me ofreció una beca, alta, empecé con el ochenta por ciento en la prepa, incluía residencia y comidas también, fue un apoyo grande, sentía un poco de presión, pero el Tec me ha tratado muy bonito y creo que le he podido retribuir también”.
Con Borregos te convertiste en doble campeón nacional, ¿cómo viviste la experiencia?
“De alguna manera he encontrado un equilibrio en mi ajedrez, en el aspecto psicológico al entender qué tanta presión puedo aguantar, qué tanta presión debo pasar en el momento para estar en el momento óptimo y tomar la decisión correcta, hay momentos en que debes estar con el corazón a mil para encontrar las jugadas muy complicadas, o por el contrario muy relajado, con un pensamiento menos agitado, lo hago con respiraciones, nos lo recomendó nuestro entrenador”.
¿En tu futuro seguirá el ajedrez o lo harás de lado?
“El ajedrez es muy bello, no me gustaría vivir del ajedrez, hoy en día disfruto el ajedrez como jugador profesional y estudiante, no me gustaría cambiar mi relación con el ajedrez, ahora no, lo disfrutaré toda mi vida, en un futuro tal vez me dedique a la docencia, pero pienso dejarlo un poco de lado en mi vida laboral pues quiero ser analista de datos, se asemeja al ajedrez, lo veo padre el conectarlo, por ahora todo marcha muy bien”, concluyó.
CHM