Jorge Campos es catalogado por muchos como el mejor portero de todos los tiempos del futbol mexicano e incluso es considerado a nivel internacional como uno de los guardametas con mayor calidad en la historia del balompié, ya que, en 1993, el Brody fue nombrado y galardonado por FIFA como el mejor tercer portero en el mundo por detrás del cancerbero de la selección de Dinamarca Peter Schmeichel y del argentino Sergio Goycoechea y de esa forma ser el primer y único portero en obtener esta distinción.
El Inmortal fue un adelantado a su época, ya que, gracias a su enorme calidad bajo los tres postes, donde realizaba acrobáticas atajadas, así como su olfato goleador como delantero donde marcó goles de gran manufactura es el más reconocido del futbol azteca y uno de los últimos referentes del Tricolor.
El nacido en Acapulco, Guerrero, inició su carrera con Pumas el 11 de diciembre de 1988, pero como Adolfo Ríos era el primer portero de los universitarios, Campos solicitó ser utilizado como delantero, por lo que su uniforme era similar al de sus compañeros. En su oportunidad como artillero, Jorge anotó 14 goles y compitió por el título de goleo.
Para la temporada 1991-92 y ante la salida de Adolfo Ríos, el Brody se afianzó como portero titular del Club Universidad y fue donde se convirtió en figura del futbol mexicano, para así comenzar su camino a convertirse en leyenda.
Su simpatía y carisma aumentó cuando el acapulqueño comenzó a utilizar uniformes con diseños y colores extravagantes, dignas de una obra de Pablo Picasso.
Campos, quien fue el portero con menor estatura en los mundiales de Estados Unidos de 1994 y Francia 1998 recordó el por qué y cómo comenzó a utilizar este tipo de vestimenta, la cual él diseñó junto a uno de sus amigos, inspirado en el mar, la playa, el atardecer y su segunda gran pasión el surf, esto para llevar consigo el amor por Acapulco.
“En esa época en el Surf había ese tipo de colores, las bermudas, las playeras y a mí me gustaba el Surf y se me ocurrió ponerme los mismos colores. Me gustaban las playeras manga corta, así flojas, a veces llevaba una bermuda de surfear, pero no se daban cuenta, yo no jugaba. Siempre me gustó el mar, la playa y surfear. Un amigo en Acapulco tenía su marca de ropa y empezamos a hacer los uniformes, le pedí algunos diseños y le decía esto sí, esto no, así fue como empezó todo”, explicó el Inmortal para el documental Hazaña, el Deporte Vive.
Asimismo, Campos recordó que varios de sus compañeros le mencionaban que sus uniformes eran feos.
“Iba a lugares y veía juegos de niños y veía a los porteros con uniformes de colores como el mío y me daba risa; me preguntaba '¿qué estoy haciendo mal?' Incluso algunos jugadores me decían ‘está muy feo’”, puntualizó entre risas el Jorge Campos, quien en su carrera como futbolista profesional marcó 46 goles.
DAO