En la historia de más de cien años que tiene América, han desfilado miles de nombres que tienen una relación con el club ya sea por algún pasado con el mismo o simplemente por su afición a dichos colores, incluso algunos han protagonizado episodios que han pasado a la historia, como el de José de León Toral, quien quedó en la historia, no de América, sino del país, pues fue el autor material del asesinato de un presidente de México.
¿Quién fue José de León Toral?
Nacido en Coahuila el 23 de diciembre de 1900, tuvo una infancia en la que practicó diversos deportes, con la particularidad de que siempre estuvo ligado a la religión, incluso fue miembro de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana y la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa.
Aunque practicaba varios deportes, el deseo de De León Toral era ser jugador de futbol, probó suerte en algunos clubes, cuando empezó a vivir en la Ciudad de México se enroló en el Club Centro Unión en 1918, club que después pasó a ser el América.
Es cierto que su nombre no aparece en los registros del actual Club América, pues solo estuvo presente en algunos juegos en la Copa Amistad del Club Asturias antes del inicio de la temporada. Toral llegó a ser parte del equipo que en esos primeros años necesitaba de recursos económicos para adquirir uniformes, así que buscaron tanto jugadores como recursos en instituciones religiosas, una de ellas San José y Alvarado, en el que estudiaba Toral, fue por ello que tuvo la posibilidad de cumplir su deseo de jugar en un club profesional y fue el naciente club América.
De León Toral y el asesinato de un presidente de México
Sin embargo, ese deseo deportivo fue a menos y aumentó su fervor religioso, tanto que podría decirse que cayó en fanatismo, pues De León Toral guardó resentimiento hacia Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, ya que las tropas de éstos allanaban templos católicos en la etapa de la Revolución Mexicana.
De León Toral se mantuvo activo durante la Guerra Cristera y se dejó influenciar por la madre Conchita, una monja del convento de las capuchinas y fue ella quien convenció a Toral para tomar acción contra aquellos opositores del catolicismo, y la medida para ello era asesinar a Álvaro Obregón.
Fue el 17 de julio cuando Álvaro Obregón se presentó en el restaurante La Bombilla, en el barrio de San Ángel, acudió a una comida para celebrar que su toma de posesión estaba cercana. Toral le seguía con sigilo en una mesa contigua. Según la historia, Toral dibujó al presidente electo y la gente que le acompañaba, les mostró sus dibujos. Al último al que le mostró su obra fue a Obregón y después sacó una pistola y le disparó seis tiros que acabaron con la vida del futuro presidente.
Como era de esperarse, Toral fue capturado y sentenciado a pena de muerte. Fue ejecutado el 9 de febrero de 1929, y así acabó la vida del jugador de América que asesinó a un presidente.