El árbitro Braulio da Silva Machado y su equipo de trabajo fueron agredidos por el presidente, los jugadores y la afición del Sergipe, equipo de la cuarta división del futbol brasileño, tras empatar y quedar descalificados en el último minuto ante el Botafogo en la Copa de Brasil.
El club de cuarta categoría derrotaba por un gol desde el minuto 46 al Botafogo, uno de los equipos más grandes e importantes del país sudamericano, pero Adryelson Rodrigues, hizo la anotación del empate después de haberse cumplido los 9 minutos de compensación que decidió otorgar el árbitro del encuentro, razón por la que explotaron los del Sergipe.
Las reglas de la Confederación Brasileña de Futbol establecen que, en caso de empate en la Copa de Brasil, no se jugarán tiempos extras ni penales, sino que el equipo de mayor jerarquía es el que avanza a la siguiente ronda.
Una vez finalizado el encuentro, los jugadores del Sergipe acorralaron al réferi y su cuerpo arbitral para agredirlos físicamente, e incluso el presidente del equipo, Ernan Sena, se sumó a las ofensas contra los encargados de impartir justicia en la cancha.
Los cuerpos policiacos presentes en el Estadio Estadual Lourival Baptista, de la ciudad de Aracaju en Brasil, tuvieron que entrar al terreno de juego para calmar los ánimos de los vencidos, que no contentos con el ataque a los árbitros, también buscaron golpear al entrenador del Botafogo, Luis Castro.
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