En el mundo del deporte mucho se habla de las cábalas y rituales que hacen jugadores o entrenadores para lograr buenos resultados, asimismo existen historias y teorías sobre las maldiciones que poseen algunos equipos de diversas disciplinas.
Un ejemplo de ello, es la 'maldición' que rompieron Atlas y Cruz Azul recientemente en la Liga MX, donde después de 23 y 70 años -respectivamente- sumaron un nuevo campeonato a sus vitrinas.
Sin embargo existen historias bastante peculiares sobre maldiciones en equipos, en este caso hablaremos de los Hanshin Tigers y su curiosa relación con los pollos Kentucky.
En 1985, los Hanshin Tigers ganaron la Japan Championship Series tras vencer a Seibu Lions y sus aficionados desbordaron en alegría, al grado de arrojar una estatua del Coronel Sanders al río Dotonbori.
Incluso la celebración en cuestión es algo inusual, pues a los hinchas de los Tigers les pareció buena idea que algún aficionado que se pareciera a algún jugador se lanzaría al canal en el puente Ebisubashi.
Cuando llegó el turno de Randy Bass -el jugador más valioso del equipo-, se les ocurrió que la estatua de Kentucky -del Coronel Sanders- era la más apropiada para ser arrojada al río, debido a la barba que tenían ambos en común. Acto que dejó la 'maldición' al equipo.
Desde entonces, con la estatua del Coronel Sanders perdida, comenzó la maldición sobre los Hanshin Tigers, quienes arrancaron una mala racha sin victorias. En 2009, unos buzos encontraron la parte superior, piernas y mano derecha de la estatua, pero esto no fue suficiente para que se rompiera el maleficio.
A día de hoy, los Hanshin Tigers no han vuelto a ser campeones en la liga local de beisbol, y aunque la historia parece ser una leyenda urbana, sigue cobrando fuerza con el paso de los años.
FCM