La mexicana Paola Schietekat pasó del trabajo soñado a vivir una pesadilla. La joven se encontraba trabajando en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, entidad encargada de organizar la Copa del Mundo de Qatar 2022, cuando sufrió abuso sexual.
Schietekar denunció lo ocurrido e incluso -unas horas después del ataque- forcejeó con su agresor, lo que le provocó moretones en el brazo izquierdo, el hombro y la espalda, por lo que decidió tomar fotografías de las heridas "para que mi memoria, en un intento de autoprotección, no minimizara los eventos o borrara por completo parte de ellos", declaró para el portal web Cuestione.
Al denunciar el abuso ante las autoridades, éstas le dieron la opción de no hacer nada al respecto, pedir una orden de alejamiento o llegar hasta las últimas consecuencias, por lo que ella decidió seguir adelante, sin embargo, los resultados no fueron los esperados.
DE VÍCTIMA A ACUSADA
Tras acudir a las autoridades, la historia tomó un giro inesperado, pues la policía se puso en contacto con Paola y le pidió presentarse de manera urgente a la estación donde se encontró con su agresor, quien había declarado que ambos sostenían una relación sentimental, lo que en Qatar es considerado como delito.
"De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor. Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’ seguían las marcas, moradas, casi negras", explicó Schietekat al portal anteriormente citado.
"Ese era mi trabajo soñado y me lo arrebataron, y no sólo mi agresor, me lo arrebataron las instituciones mexicanas que no hicieron absolutamente nada y las autoridades qataríes que rompieron incluso la ley local", dijo por su parte para W Radio.
"Escribí una carta expresando lo que pienso y lo único que recibí de respuesta del Consulado Mexicano fue 'Cierra bien tu puerta'", añadió.
EXILIO Y CONDENA
Como parte de la investigación, la policía se quedó con su celular desbloqueado y con ayuda del Comité Organizador de la Copa Mundial de Qatar 2022 -donde trabajaba- pudo salir del país y regresar a México el 25 de junio de 2021; ya estando en el país, se le dictó sentencia de 100 latigazos y siete años de cárcel.
"La directora de asuntos internacionales del Comité Supremo revisó con el Ministerio del Interior si yo tenía una prohibición de viaje que me impidiera salir del país y presionaron para que quitaran ese obstáculo. Yo no podía salir porque estaba bajo investigación. Nunca había respirado con más alivio que cuando me sellaron el pasaporte. En México paró la adrenalina y empezó un proceso más lento, aunque igual de complejo y doloroso", aseguró Schietekat en una carta que compartió.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores en México informó que la embajada de México en Qatar tuvo conocimiento de los hechos el 7 de junio de 2021 gracias a un correo electrónico enviado por la madre de Paola Schietekat, posteriormente señalaron que el consul de protección preguntó a la joven mexicana si era consciente de las consecuencias que podría tener su denuncia -teniendo en cuenta las leyes por el tema religioso del país- a lo que ésta señaló que sí lo estaba.
Más tarde -según informaron en el comunicado- ofrecieron asesoría legar a Schietekat, así como apoyo para evitar su arresto en Qatar y permitir su salida hacia México.
El 2 de febrero la defensa de Paola y su agresor acordaron presentar un certificado de matrimonio para evitar la ejecución de la sentencia; sin embargo, para la audiencia del 14 de febrero no hubo representación de ninguno de los dos por lo que se acordó una nueva fecha.
Por ahora, el próximo 6 de marzo se llevará a cabo una última audiencia, por lo que Paola Schietekat buscará ayuda del gobierno de México para dejar sin efecto la condena que se le impuso y ella pueda volver a Qatar para recuperar su trabajo.
¿QUIÉN ES PAOLA SCHIETEKAT?
Paola Schietekat, de nacionalidad mexicana, vive desde los 19 años en Medio Oriente y cuenta con grandes estudios académicos; es economista del comportamiento en la Unidad de las Ciencias del Comportamiento del Comité Supremo para la Entrega y el Legado de Qatar.
Asimismo, fue asesora para la Unidad para la Igualdad de Género en la Cámara de Diputados. Vivió 4 años en Kuwait, en donde trabajó como analista política en la Embajada de México en Kuwait y dirigió una organización para la protección de los derechos de los trabajadores migrantes en la región.
Paola obtuvo su maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Oxford en 2019 y su licenciatura en Relaciones Internacionales y Antropología de la Universidad Americana de Kuwait.
En 2016 ganó el premio al mejor ensayo en la Conferencia de Asuntos Internacionales de la Academia Naval en Estados Unidos por su investigación sobre violencia sexual instrumentalizada.
FCM