Randy Lanier, el piloto del automovilismo que financió su equipo siendo narcotraficante

El estadunidense fue uno de los mayores traficantes marihuana en los 80 y con ese dinero fundó su propio equipo en el Campeonato IMSA GT

Randy Lanier, el piloto que fundó su equipo siendo narcotraficante
Ciudad de México /

Entre el narcotráfico y el automovilismo, así fue como Randy Lanier tuvo una doble vida por casi una década, pues mientras formaba un imperio de fortuna a través de las drogas durante la década de los 80, conducía en carreras de resistencia y velocidad, teniendo un destacado paso por las pistas del Campeonato de IMSA GT.

El piloto dejó marca en los circuitos de las carreras de resistencias e incluso en grandes citas del automovilismo al reta a los grandes equipo y constructores de autos como Ford y Jaguar, pues gracias a sus ganancias traficando marihuana pudo fundar su propio equipo, Blue Thunder Racing.

Originario de Virginia, pero criado en Florida, luego de que sus padres decidieron mudarse cuando él tenía 13 años, se enamoró del deporte motor mientras escuchaba una carrera por radio durante su infancia y pese a cierta precariedad de su situación consiguió el objetivo de conducir en las pistas profesionales.


Antes de subirse a un auto para correr por primera vez, Lanier incursionó en el negocio de la marihuana desde su adolescencia y en la secundaria, motivo por el cual también se convirtió en consumidor de cannabis.

Su trayectoria en las pistas con el ‘juego’ del narcotráfico

Lanier debutó en el automovilismo en 1978, cuando se compró un Porsche Speedster, el cual optimizó para competir en E Production en el SCCA Southeast Regional Championship. En 1982, inició su camino en el IMSA GT, en las 24 horas de Daytona, pues Janet Guthrie, piloto oficial del equipo North American Racing Team, se enfermó y fue requerido para reemplazarlo. Junto a Bob Wollek y Edgar Dören, Lainer lideró por 18 horas la carrera, luego de inicia en la tercera posición, pero en la recta final, el vehículo sufrió daños.

A partir de ahí, Randy dio el salto de su trayectoria, pues fue invitado a correr en las 24 de Le Mans, mientras su negocia traficaba 45 toneladas de marihuana a Estados Unidos. A los 19 años, había adquirido un barco en 18 mil dólares, el cual usaba para el ocio y para pasar el tiempo paseando en él, pero más tarde, fue el principal transporte de su producto para la ruta de las Bahamas a territorio norteamericano.

Gracias al éxito de su acto delictivo a gran escala, comenzó a tener una vida de lujos con mansiones, autos, propiedades y abriendo cuentas bancarias en paraíso fiscales.


Blue Thunder Racing, producto de su narcotráfico

Tras correr en varios equipos, en 1984 se asoció con los hermanos Whittington, entre ellos Bill, para crear su propio equipo, el cual recibió el nombre de Blue Thunder Racing.

Con su fortuna y los conocimientos de sus socios, logró seis victorias en la temporada de IMSA GT, sobre su March 85G, triunfos que le permitieron conseguir un campeonato de pilotos, logró que sorprendió y destacó, pues su equipo era totalmente independiente, con un solo patrocinador Apache Powerboats, dejando así una marca en el automovilismo. Con su éxito, el siguiente paso era el Indy500, por lo preparó su auto para a temporada de 1986.

En dicho año, se atrevió en las 500 millas de Indianápolis, siendo nombrado en Novato del Año, razón por la cual Lanier se proclamaba listo todo un piloto de Indy, sin embargo, el arresto de Bill Whittington por contrabando de marihuana, fui el inicio del derribo de su sueño.


La caída de su imperio y el fin su carrera en el narcotráfico

Luego del arresto de Bill Whittington, el FBI comenzó a juntar piezas para llegar a él. Antes de emitir una orden de arresto en su contra, Lanier pudo competir en Indianápolis, consiguiendo del decimo lugar y el reconocimiento antes mencionado.

Mientras corría, sus últimas carreras, la cual fue las 500 milla de Michigan, cayó su socio y cuñado, Ronald Harris Ball. Ante el escenario, planeó un último golpe que le garantizaría una gran ganancia para retirare del negocia e impedir que las autoridades dieran con él: 83 toneladas con un valor de 55 millones de dólares, se perdieron a causa del fracaso en la transportación.

En enero de 1987, el FBI dio con sus huellas y su casa fue registrada, sin embargo, preparado, pudo huir con su pareja, distinta a su esposa Pam, a Europa, mientras su padre era detenido por ocultar dos millones de dólares.


La huida de Randy duró algunos meses, pues su aventura en Europa se terminó y se reunió en la isla de Antigua, donde fue aprendido poco antes de trasladarse a Nueva Zelanda, país que sería otro de su destino para evitar al FBI.

El 4 de octubre de 1998 fue condenado a cadena perpetua, la cual no cumplió ya que solo pasó 26 años tras las rejas y fue liberado el 15 de octubre de 2014. Tras su liberación, poco se supo de su vida y sus nuevos negocios siguen relacionados con la marihuana, pero ahora de forma legal, pues es parte de una empresa que distribuye cannabis.

MGC

  • La Afición
  • laaficion.digital@milenio.com
  • El alma deportiva de grupo Milenio, enfocado principalmente en noticias y análisis relacionados con el fútbol y otras disciplinas, tanto a nivel nacional como internacional.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.