Durante esta cuarentena muchos han decidido dedicarle tiempo al ejercicio para calmar los ataques de ansiedad, es por esa razón que los maratones dentro de casa o en el patio trasero, se han convertido en una tendencia para mantener la relajación y motivar a los demás, aunque no sea del todo una buena idea. Tal es el caso del reportero cultural de Nueva York, Tim Marcin, quien se arrepintió de correr un medio maratón.
De acuerdo con su blog, el joven de 28 años relató cada momento y cada detalle de su travesía al realizar el medio maratón, ya que esto surgió a partir de un tuit que se hizo viral sobre un atleta y una apuesta que realizó con sus compañeros de trabajo.
"Me resultó muy difícil alcanzar un estado de zonk durante la media maratón de mi patio trasero. Simplemente me sentí como un idiota yendo en círculos. (Era un idiota yendo en círculos, considerando que tenía caminos perfectamente buenos para correr)", mencionó parte de su experiencia considerando que es una persona energética trotando en el patio trasero de su casa.
No sólo narro los momentos desagradables de su misión, también comentó que, pese a que la corriente del aire lo detenía, le gustaba correr y sentir el proceso meditativo de poner un pie adelante del otro.
"Me gusta correr ¡De Verdad! Sé que algunas personas lo odian, pero me encanta el proceso meditativo de poner un pie delante del otro, ningún destino real más allá de la próxima vez que aterrices tus pies en la tierra. ¿Pero dando vueltas alrededor de un pequeño patio barrido por el viento? Nah, solo no. Pero seguí porque soy un hombre orgulloso y le dije a la gente que lo haría".
Tim Marcin logró llegar a las 13 millas (20.9215 km) que se había puesto como meta, cada momento difícil lo posteaba en su cuenta de Twitter algo que no se imaginó, fue que, su experiencia trajo muchos lectores y de cierta forma fue inspirador lo que hizo, aunque no fuera todo una maravilla.
"Las últimas tres millas fueron un doloroso, pero algo agradable, desenfoque. ¿Me sentí como un auto de carrera, condenado a hacer eternos giros a la izquierda? Por supuesto. ¿Pero sabes qué? Las cosas podrían ser peores. Saqué mi teléfono y vi cómo marcaba esa décima de milla final. Se levantó el viento. Juro que se estaba riendo de mí. Las olas rompieron. Pero lo logré. 13 millas en un pequeño patio trasero. La aplicación Nike produjo un mapa de mi aventura. Era un globo hilarante, líneas encima de líneas".
FCM