El ex guardameta de Tigres, Mateo Bravo, reveló varias historias sobre su paso en la escuadra norteña, donde confesó que en los hoteles de concentración los jugadores metían mujeres a las habitaciones, pese a la seguridad en el lugar.
- Te recomendamos Luis Hernández: En América siempre íbamos al Bar Bar Extra-Cancha
Durante el programa RG La Deportiva, el ex portero detalló cómo pasaba sus días en su etapa con los felinos, confesando que después de los encuentros se iban a una discoteca.
“Antes, en Tigres, ganábamos y nos íbamos a una discoteca en la del Valle. Es más, después de los Clásicos, hasta íbamos nueve Tigres y cinco Rayados o viceversa. Yo iba porque habíamos ganado el partido. Cuando pierdes, no sales de tu casa para nada”, confesó.
Asimismo, reveló que el sexo era una de las actividades más frecuentes en el equipo, diciendo que en las concentraciones del equipo metían mujeres a los hoteles como medida para mejorar el rendimiento de la escuadra.
“Siempre ha sido eso. Toda la vida. En la concentración, aún con la vigilancia, se daban la maña de poder meter una o dos chicas. No te afecta. No te afecta. Científicamente está comprobado. Si tú vas ahorita a la cena de Tigres o al hotel donde está, hay 20 chicas sentadas en el restaurante contigo. Tienes cierta libertad.
“A las 10 de la noche había revisión médica. Llegaba Don Carlos, el doctor, el masajista, inyección de vitaminas, etcétera. Se iban… ¡y ahí vienen! (risas). Alguien avisaba: ‘ahí vienen’ (las chicas). No era todos los partidos, lógicamente”, puntualizó.
Mateo Bravo formó parte de la escuadra de Tigres entre los años 1975 y 1986, consiguiendo consolidarse como una de las más figuras históricas del club, obteniendo los dos primeros campeonatos de Liga.
RGS