La décimo quinta Copa América de la selección de Argentina no sólo trajo alegrías a los aficionados por haber culminado con 28 años de sequía de campeonatos, sino porque las ventas de un vendedor de churros se multiplicaron tras concluir la justa continental.
Alejandro es un churrero y heladero que trabaja en el barrio Acindar, en la zona oeste de Rosario, capital de Argentina. Antes de la final del torneo la gente comparaba su físico con Ángel di María, pero una semana después de que la Albiceleste se coronó campeona de América, la gente comenzó a notarlo más y sus ventas comenzaron a duplicarse.
En una entrevista para Canal 3 Rosario, Alejandro explicó que mucha gente le recomienda firmar autógrafos por su parecido al jugador, aunque él se niega porque no considera que sean personas iguales.
"Hay mucha gente que me dice que por qué no firmo autógrafos, pero yo no digo que me parezco a Di María. Muchas personas me dicen Fideo, aunque mi vida es vender y desde hace 14 años doy churros y helados".
No obstante, la gente se acerca para comprarse sus productos y tomarse algunas fotos con él, ya que le encuentran parecido en su sonrisa, su nariz y su peinado.
Cuando Ángel di María se convirtió en la figura de Argentina tras marcar el único gol de la final de Brasil, su familia comenzó a bromear con él por haber sido el anotador. "Sí, en mi casa me decían 'tú hiciste el gol', pero no era para tanto".
RGS