Las fuertes lluvias que azotaron en Sao Paulo aplazaron la clasificación del Gran Premio de Brasil, pues el circuito de Interlagos estaba encharcado y era imposible para los pilotos.
"Hay mucha agua estancada en algunas partes del circuito, lo que hace que las condiciones sean peligrosas", indicó la FIA en un comunicado, en el que también advirtió la "falta de visibilidad".
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Sin embargo, hubo un corredor que se mostró su disposición a correr pese a las malas condiciones del clima. El británico se encontró con el presidente de la F1, Stefano Domenicali, y le cuestionó la decisión de posponer la clasificación.
Mientras Domenicali daba una entrevista a la señal internacional de la F1, el siete veces campeón del mundo se acercó para saludarlo y reclamarle, en tono irónico, la decisión de no dejar correr a los pilotos bajo la lluvia.
"Deberías habernos dejado salir a pista. Esto es ridículo, deberíamos salir ¡Quiero salir! Si nos das mejores neumáticos para la lluvia o mantas [para conservar la temperatura de las gomas], podríamos correr con esto", expresó Hamilton, haciendo hincapié en los materiales proporcionados por Pirelli.
Su coequipero George Russell habló antes de que la qualy se postergara y notó que había zonas que las que se podía correr, aunque otras estaban repletos de charcos.
"Se ve muy mojado allá fuera, pero tal vez haya algunos sitios en buenas condiciones; en otros, hay grandes charcos", dijo el piloto británico.
El agua empezó a caer tres horas después de que el británico Lando Norris (McLaren) ganara la carrera sprint y recortara ventaja al líder del campeonato mundial, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull).
RGS