La Fórmula 1 retrasó su segunda sesión de entrenamientos en el Gran Premio de Arabia Saudita debido a un ataque a una instalación petrolera, al este de Yeda, la ciudad donde está el circuito de carreras.
De acuerdo con la agencia AFP, los Houthis de Yemen se atribuyeron el ataque al complejos de Aramco (justamente un patrocinador oficial de la F1), lo que provocó que Stefano Domenicali, director general del serial, llamara a una reunión de emergencia, además de informar a todos los pilotos y directores de equipo sobre todo lo relacionado al ataque.
Después de 15 minutos de retraso y el respectivo análisis de todos los posibles escenarios, se retomó la actividad en la pista.
Fue mientras se desarrollaba la primera práctica que una explosión se dio a 16 kilómetros de la pista de Fórmula 1, e incluso se asomó humo que era fácilmente visible desde el circuito urbano de Yeda, rápidamente perceptible en el cielo.
Todo esto ha generado un ambiente de incertidumbre, ya que la seguridad podría verse comprometida en este Gran Premio, ante los constantes ataques de este grupo a diversas instalaciones árabes.
"Realizamos varios ataques con drones y misiles balísticos", incluyendo una "instalación de Aramco en Yedá (e) instalaciones vitales en Riad", afirmaron en un comunicado los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
FCM